jueves, 24 de noviembre de 2022

Capítulo 1: Clara en un país caliente…


Clara, mi querida Clara… como algunos la describen, auténtica, oscilante, indomable, solitaria y de mente erótica…
 
Se sienta en una reposera frente a la playa, en una ciudad alegre, en un país caliente… de fondo se escucha la canción “Danza Kuduro” de Don Omar, uno de sus cantantes favoritos. Disfruta cada palabra de la canción e inevitablemente los años y las historias de la universidad se le vienen a la mente… ufff cuantas historias guarda Clara, muchas de ellas inconfesables…
 
El sol está que arde, Clara siente que poco más y se derrite, aunque de pronto se dibujan nubes en el cielo y un repentino viento sopla a su favor. 
Se aplica bronceador, bebe unos cuantos sorbos de agua. Prepara su mate. Se pone sus gafas y se tiende a disfrutar esa exquisita conexión con el sol, ese delicioso traspaso de energías, energías que su cuerpo le estaba pidiendo a gritos.
 
Sin darse cuenta, Clara se había quedado dormida. Despierta de sopetón, totalmente pérdida, sin saber que mundo habita. Mira a su alrededor, se incorpora nuevamente en ese paradisíaco lugar. Despierta con un calor sofocante, gotas de sudor caen por su frente y otras resbalan por su pecho, se siente absolutamente en llamas y con un tono rojo camarón.

Se sienta en la reposera, bebe el mate que se preparó hace un instante pero ya está frío. Se prepara el segundo mientras un grupo de tres hombres pasa frente a sus ojos. Calcula que tienen entre 35 y 40 años. Uno morenazo, otro de tez Europea y otro más bien trigueño, así como para regodearse pensó Clara….  Cual de todos luce un bronceado más fascinante. Cada uno lleva un trago en la mano, eso es lo que Clara llama “regalo divino”. Al ver tal espectáculo, Clara le da un sorbo al mate tan profundo que la bombilla agarra un calor intenso que quema sus labios, a pesar de eso, no deja de mirar fijamente al grupo de chicos. 
 
Clara sabe que en este preciso momento sus anteojos son sus mejores aliados. Sus ojos se desorbitan, piensa que es demasiada belleza en tan poco espacio y tiempo… Se prepara otro mate, enciende un cigarrillo y da rienda suelta al deleite de sus ojos y sus sentidos… un brillo particular emana de uno de los chicos, a medida que se acercan, se percata que es un pequeño arete que adorna una de las orejas de uno de ellos, el que pareciera ser el topísimo, al que Clara llama el “Papi Chulo”… ese mijito rico que encerraríamos un fin de semana completo y no precisamente a ver series… ese que lo pensaríamos dos veces antes de presentarlo a nuestros padres, que luce ese típico corte de pelo estilo “futbolista” (para los que no sepan es el rapado con el jopo en el medio), unos labios no muy gruesos pero que llaman a besarlos con locura, una barba de tres días que lo hace parecer totalmente seductor… –no seas libidinosa Clara- se dice así misma.
Lo continúa mirando mientras éste acomoda la reposera para tener la mejor ubicación. Se muerde el labio mientras mira su tonificado cuerpo, queda fascinada con el tono de piel de este hombre, lo siente tan macho, tan varonil, siente que suda testosterona… Su cara es angulosa estilo Jamie Dornan, protagonista de las 50 sombras de Grey –“Dios que sexy” piensa Clara-, su úvula palatina es prominente, para la people “la campana de Adán” –que detalle más exquisito, siente ganas de morderla- piensa Clara, pasaron muchos pensamientos impuros por su mente. Tenía una forma de caminar absolutamente de divo… Un aquí te las traigo Peter de tomo y lomo!!… Justo frente a él, camina una chica en un bikini color negro, con un cuerpo escultural, él no dejó de mirarla hasta que se alejó, claramente es el típico jote que todas las micros le sirven, piensa mi querida y erótica Clara. El chico acomoda su maravillosa humanidad en la reposera y sonríe mientras conversa con otro chico que no para de reírse. Clara quisiera saber que conversan, es un poco curiosa, siempre quiere saberlo todo, se da cuenta que el prospecto “papi chulo” no para de reir con lo que les está contando el otro chico, quién tiene un rostro muy expresivo, que invita a reir, que claramente es el alma de fiesta, él que Clara llama “el cara de chiste”… el que siempre anda con una sonrisa en el rostro. A diferencia de los otros usa un gorro bien fashion color blanco con una cinta negra alrededor y  unos lentes tipo aviador. Usa una guayabera blanca con diseño de hojas en tonos azules claros y un traje de baño blanco, sólo alguien como él le puede quedar bien un bañador blanco pensó Clara, y vaya que bien le queda, lo rellena completito, de pé a pá… Clara y sus pensamientos pervertidos…
En su mano derecha lleva un trago que pareciera ser una piña colada y en su mano izquierda unas sandalias clásicas color negro. Se sienta en la arena y bebe su piña colada mientras no deja de sonreír. No pareciera ser de los hombres jotes pensó Clara, si parecería ser el hombre con el que nunca te aburrirías. En un descuido, el chico cara de toni se escabulle, le quita el vaso a otro de los chicos y se lo bebe, todos se ríen en señal de que debes volver al bar a pedir otro. 

“Ayyyy Dios como que me va a dar algo” pensó Clara… su vista se clava en el chico de suaves rizos, que usa una barba al estilo según la jerga de la barbería “barba short boxed” (barba incipiente), Clara cree que ese corte es el más sexy que puede usar un hombre. Se siente intranquila, un poco incómoda, tal ves observada, se prepara otro mate, el alivio y lo que la hace sentir invisible son sus gafas.
El chico camina hacia el bar y ella no deja de mirarlo. Su cuerpo es robusto no tonificado, pero esos que te abrazan y sientes que tus problemas desaparecen. Se pone sus anteojos clásicos ray ban con borde negro. Mientras pide el trago ve en acción sus carnosos labios, esos labios que en movimiento te llevan al cielo pensó Clara. Su vista recorre cada rincón de su parte trasera. Tiene un pequeño tatuaje en la parte posterior del cuello. Viste un traje de baño color calipso que hace juego perfecto con su tostado fascinante. Tiene puesto un jockey a azul con un logo blanco. Su brazo derecho está adornado de un sin fin de tatuajes, a Clara no le agradan del todo pero en él cree que lucen demasiado sexy. Vuelve a imaginarse un abrazo de este enigmático hombre. Ya con el vaso nuevamente en la mano, regresa donde los amigos. Ahora tiene vista de frente, según Clara es aún mejor!! En su torso se dibuja un tatuaje, el que Clara quisiera tocar, incluso ver muuuuuy de cerca. Su vista continúa bajando hasta su ombligo, cree que es hermoso!!… Calma Clara, Calma!! Gobiérnate!! Dice en voz baja. 
Lo sigue viendo con la boca abierta, no podía creer que tanta belleza estuviera frente a ella, pensaba hasta sus pies son perfectos… quién tiene pies perfectos????… sólo él dice en voz baja.

De repente escucha a lo lejos ¿masaje?… mueve de lado a lado la cabeza y se da cuenta que se había quedado dormida y que todo había sido un sueño… Su cuerpo está cubierto en sudor. Mira hacia el mar y divisa tres chicos: un morenazo, un tez Europeo y un trigueño… cual de todos más guapo y con un bronceado fascinante… clara frunce el ceño, sonríe de manera picarona y se muerde el labio…