Y justo la noche de navidad suena el teléfono, ¿adivinen?... ERA ÉL... desde ese momento en mi mente, se fueron sembrando un sin fin de dudas, que en un blog anterior ya les conté.
Ahora a miles de kilómetros de Chile, nuevamente aparece el nombre de Benjamín. Él que me inspira amor y otras tantas odio. ¿Por qué se preguntarán?, sé que es malo comparar, pero ¿Quién no lo hace para que lance la primera piedra?. Pues bien, cada vez que conozco a alguien, es inevitable comparar... Benjamín me hacía reír más. Benjamín es generoso en el sexo. Benjamín disfrutaba la comida. Benjamín me apañaba en mis locuras. Con Benjamín disfrutábamos hacer mierda la plata en placeres. Benjamín aquí y Benjamín allá.
Hace unos días, le mandé un correo electrónico en respuesta a un mensaje de texto que recibí de él, y a los pocos minutos recibo una respuesta (como amigos) muy tierna, ¿Y saben qué?, terminó con su polola... debo reconocer que me encantó leer esas líneas, y me dieron ganas de salir corriendo a sus brazos, pero también pienso que por algo se terminó la relación, como vulgarmente escuché por ahí ´´volver con el ex es como comerse el vómito´´... ¿tan así será?... pero puede ser que el distanciamiento haya hecho corregir nuestros errores, ¿Qué creen ustedes?, HELP!!!!
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