-CLARA
DETENTE!! No sigas huyendo… hablemos
-Eh
eh eh… ¿Nos conocemos?. Dice nerviosa con un hilo de voz
-Me
presento, Soy Taylor… Taylor Galvus. Pertenezco a la policía Nacional de Punta
Cana
-Pero
yo no he hecho nada. ¿Por qué me busca?. <<¿Qué
pasa?. ¿Qué tenías en la cabeza Clara cuando se te ocurrió suplantar a
Emiliana?... ¿Y si te llevan presa?... Vas a volver ancianita a Chile con el
crimen que cometiste. ¿Y si me hago la demente?, ese papel es el que mejor te
queda querida. Me siento como CSI o The Mentalist…<< Ay Dios!!. Todas
esas películas se pasó Mi querubina, y podría apostar que muchas más…
-A
ver Clara! escucha primero… Exclama Gus. –Clara agacha la cabeza sintiéndose
avergonzada
-Muchacho,
¿Cuál es tu nombre?. Pregunta el policía alzando las cejas
-Gus,
señor, Gus es mi nombre
-Entonces,
Gus y Clara. ¿Podrían acompañarme?. –Ambos asienten con la cabeza. Se dirigen a
una sala ubicada en el lobby del hotel.
-Clara,
estoy enterado de todo. –Clara abre los ojos como verdaderos huevos fritos.
-¿Enterado
de qué?, creo no estar entendiendo… le dice Clara mientras su cuerpo tiembla de
nervios.
-Sé
que la última noche te hiciste pasar por Emiliana. –En ese momento Clara
empalidece y el detective lo nota. –Tranquila Clara, yo estoy aquí para ayudarte.
Emiliana te pidió que la suplantaras, si ella no levanta cargos, nada puede
sucederte.
-¿Cómo
lo supo?. –Pregunta Clara con rostro afligido
-Lo
supe porque le seguía la pista a este sujeto. Sabía que estaba en este país.
Pude entrar de incógnito en la fiesta de la casa de Julio Iglesias pero no pude
detenerlo ese día. Entonces a la mañana siguiente fui a buscar a Emiliana, y
fue en ese entonces, cuando el chofer me detuvo; me contó todo y me dijo que a
quien tenía que interrogar realmente era a ti, no a Emiliana. Así que comencé a
buscarte y justo en ese momento te vieron en la piscina. Mis hombres te
siguieron cuando ustedes caminaban por la playa, hasta que finalmente dimos
contigo.
-¿Este
caso es mediático detective?. –Pregunta Clara compungida
-Por
ahora no Clara. Quiero mantenerlo bajo reserva para que no escape nuevamente.
Esta ya es la tercera vez que escapa, así que tu testimonio es fundamental.
Entonces… cuéntame ¿Cómo se veía?. –Pregunta mientras saca una libreta del
bolsillo
-
Lucía muy descuidado, tanto en su apariencia como en la vestimenta. Aparentaba
unos cuarenta años. Piel morena, calculo
que medía un metro ochenta. Contextura delgada, barba y bigote… yo diría que
era así como del estilo del actor de la película Qué pasó ayer; el actor rubio.
Déjame pensar si recuerdo algo más… Mmmmmmm
-¿Tatuajes?,
¿Cicatriz?, ¿Aros?
-Creo
haber visto una cicatriz en la frente, de hecho, bastante grande. Si tuviese
que apostar, diría que algún día le hicieron un tajo
-Perfecto,
¿Algo más?
-Mmmmm,
Creo que un tatuaje en el cuello… SÍ, SÍ, al costado del cuello. Pero no
recuerdo el dibujo.
-¿Te
dijo algo?, ¿Qué quería?, ¿Te chantajeó?, ¿Te amenazó?
-Me
dijo que por fin nos veíamos las caras, que tenía que hacer lo que él me decía.
Yo sentí que quería seducirme, fue horrible. Gracias a Dios no tuvo tiempo de
hacer mucho. Cuando intentaba arrancar, me dijo: “nos volveremos a ver y no sé
si para la próxima sea tan paciente”. Responde Clara mientras una lágrima corre
por su mejilla.
-Tranquila
Clara, tranquila. Lo estás haciendo muy bien. Mira, este es mi número de
teléfono, por favor, cualquier cosa, llámame; a la hora que sea, yo estaré pendiente.
Nosotros seguiremos con la búsqueda. Este sujeto no sabe que Emiliana dejó Punta
Cana, así que probablemente volverá a buscarte pensando que tú eres ella. Te
recomiendo que intentes en lo posible evitar estar en lugares muy apartados y
cuando estés en tu habitación mantente con la puerta con llave, ¿entendido?...
-Sí
Señor, entendido. Le contesta Clara a Taylor
-¿Ustedes
viajan juntos?. Pregunta el detective
-Oh
no!!. Responden al unísono. –De hecho, nos acabamos de conocer. –Contesta Clara
-Hubiese
apostado a que sí. Bueno Joven, veo que está interesado en cuidar a esta
Señorita, ya les he dado las recomendaciones del caso. No olvides que estaré al
pendiente. Que tengan buena tarde, permiso
-Igualmente
Taylor, estaremos en contacto. –Taylor se retira de la habitación, Clara se
queda mirando al horizonte y Gus va por un vaso con agua
-¿Clara?.
–No encuentra respuesta
-¿Clara?.
–Sigue sin responder
¿CLAAARA?.
–sube el tono
-Si
Gus, dime. Pero no me grites si no soy sorda
-Es
tercera vez que te llamo, por eso te grité. ¿Cómo te sientes?
-¿Es
broma?... ¿Cómo me puedes preguntar eso?, acaso esperas que te diga “Me siento
regia estupenda, mejor imposible”… -El tono irónico de Clara molesta a Gus pero
cuenta hasta diez para lograr comprenderla.
-Ay
Clara si no soy tan tonto!! Mejor salgamos de aquí para que tomemos aire
fresco. –Se dirigen hacia la playa nuevamente. Clara está muy nerviosa, Gus le
toma la mano para hacerla sentir que no está sola. Ante esto, Clara lo abraza y
se quedan de pie abrazados, la furia de ella queda atrás. <<Qué rico huele Gus!! ¿Cómo me voy a resistir a este hombre?...
¿Por qué me pone tan nerviosa?. Clara eres harto viejona para que te pasen este
tipo de cosas… ALÓ CLARA!! DESPIERTA!!<< piensa mientras lo abraza.
-¿Tienes
hambre?. –Le pregunta Gus un momento después mientras Clara tiene los ojos
cerrados y la cabeza apoyada en su pecho
-Sí.
Estoy muerta de hambre. Toda esa… eh… asunto me ha abierto el apetito. <<Estuve a punto de decir toda esa
maldita mierda… pero no Clara, eres una dama<<.
-Tengo
una idea… Yo voy por la comida y tú por las bebidas. Yo quiero Pepsi. Nos
juntamos en las mesas al lado del bar La Ola,. ¿Bueno?. Le propone Gus
-Me
parece bien
Gus
la espera sentado a pasos del bar con las bandejas de comida. Al acercarse
Clara se da cuenta que son hamburguesas, justo la comida que ella suele comer
en momentos de estrés o de tristeza. -
<<Que lindo Gus!! De seguro presta atención a las mil ochocientas
palabras por minuto que digo… entre todas esas, mencioné que no hay mejor
remedio para momentos como estos que una hamburguesa… Es guapo en verdad, pero
su personalidad es lo que lo hace más guapo aún. Siento que lo conociera de
toda la vida. Es la típica frase cliché pero de verdad que lo siento… que pena
habernos conocido en estas circunstancias…<< piensa mientras lo contempla
-¿Qué
pasa Clara?.- Le pregunta Gus
-¿Qué
pasa con qué?. Lo mira con cara de interrogación
-No
lo sé, dímelo tú. Tienes una cara de pánfila, mmmm a ver cómo te explico… como
si estuvieses mirando una pizza recién salida del horno y estás ansiando
comértela
-Eh
eh eh, no nada, lo siento. Mejor comamos, ¿te parece?. <<Pues claro que me quiero comer algo, pero la pizza precisamente
no... ¿Cómo pudo notar mi cara de boba?... Creo que me zafé olímpicamente.
Aprende a disimular Clara!!. Si supiera Gus las cosas que pienso…<< .
Muy
cerca de ellos se escuchan gritos de auxilio, gritos desesperados. Gus y Clara
van en su encuentro… Al llegar, se percatan que una tortuga marina se encuentra
a unos 10 metros de la orilla dando vueltas en círculo. Unos chicos están
parados al lado de ella, sin saber qué hacer. Gus y Clara se miran y es como si
sus mentes estuvieran conectadas, sin hablar, saben perfectamente que hacer, es
como si estuviesen sincronizados. Gus les pide a las personas que tomen
distancia, porque al parecer la visita
de esta tortuga no es casual, ella viene con un propósito, viene a anidar a la
playa.
-Chicos,
las tortugas suelen anidar de noche para evitar a los depredadores; a su vez
evitan la luz y los ruidos porque se desorientan y podría apostar que es
justamente lo que le sucedió a ésta. Ahora gente, por favor cooperen. Deben
retirarse 20 metros a la redonda hasta que nosotros les avisemos, déjennos
hacer el trabajo a esta señorita y a mí. <<¿Por
qué sabe esto Gus?... y pareciera que lo sabe muy bien… ¿Será que es biólogo
marino?... le queda tan bien el papel de jefe… ya me lo imagino como Christian
Grey…<< . – Vamos Clara, debemos despejar el camino para que logre
avanzar, movamos las reposeras lentamente para que no se asuste.
Ambos
mueven silenciosamente las reposeras, dando espacio a la tortuga quién poco a
poco sube por la arena a una zona segura. La tortuga se posa en un lugar oscuro
y con las aletas traseras hace el orificio para dejar los huevos. Casi al
cumplirse la hora, la tortuga pone el primer huevo. Clara como es tan curiosa,
es la encargada de contarlos para reportarlo a la guardia marina. Luego de unos
veinte minutos, la tortuga había puesto 245 huevos!!.
-Oye
siempre me llamó la atención la cantidad de huevos que pone la especie Carey!!
Debió de haber perdido unos 20 kilos ahora que anidó… de todas las especies, la
Carey es mi favorita!! –Le dice Clara tan emocionada, Gus salta en un segundo a
mirarla
-¿Cómo
sabes eso Clara?... ¿Eres Bióloga Marina?... le pregunta curioso
-¿Acaso
por ayudar a un perrito eres un Veterinario?... Qué básico tu análisis querido.
–Lo mira con cara de burla. –Hablando seriamente, no soy Bióloga Marina. Hace
unos años atrás hice un voluntariado de tortugas marinas y tiburones en
Ecuador, por eso es que algo sé del tema. –Gus sorprendido le dice:
-¿De
verdad? O ¿Me estás tomando el pelo?...
-Jjajajajaaja
¿Por qué habría de mentir?, Te digo en serio. No estudié nada que ver con eso,
fue una especie de retiro Espiritual en mi vida que duró 6 meses. Amaba lo que
hacía…
-Qué
súper!! Que buena experiencia Clara.. Te pasaste!!. ¿Debió ser entretenido?
-¿Entretenido?...
es poco decir la verdad
En
ese momento se percatan que la tortuga despertó del trance y está camuflando el
nido. Emprenderá camino de vuelta al mar. Ahora sólo deben vigilar que nadie se
acerque a ella. La ven alejarse y entrar al mar. Se miran y aplauden… ¡¡SOMOS
SECOS!! Gritan y chocan sus manos. Marcan el nido y reportan lo ocurrido a la
marina.
-¿Y
en qué parte fue eso, Clara?.
-¿Qué
cosa?.. AHHH! Eso. En Puerto López. Creo que fueron suficientes preguntas por
hoy!! Es todo lo que responderé. Sabes lo necesario de mí, yo aún no sé lo más
importante…
-¿Y
qué es lo más importante?...
-¿Eres
un asesino en serie?. –Clara se sonríe
-¡¡Qué
ocurrencias!!. No, no soy un asesino en serie… de hecho yo sí soy biólogo
marino.
-Ahhhh
mira tú!! Que entretenido… al fin sé algo de ti… entonces, recapitulemos: eres
el chico sexy de suave rizos, de nombre corto, psicópata, curioso y biólogo
marino… ¿Estoy en lo correcto?... –Gus se ríe a carcajadas.
-Qué buena descripción Clara!. Ahora voy yo. Te llamas Clara, eres la mujer más ansiosa que he conocido. Eres curiosa, insegura aunque no quieres demostrarlo. Te sonrojas por todo, detestas que te digan señora, tienes una imaginación de otro planeta. Eres una Chavo, piensas que todo te pasa a ti y una exagerada por excelencia. ¿Qué tal?...
-Mmmmmmm bastante bien… básico pero bien…
-¿BÁSICO?... ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Me estás diciendo que soy un hombre básico?????????????????????... nunca me habían dicho algo así… Gus le sonríe y se sientan un momento. Clara le guiña el ojo
Clara
se percata que a la distancia se acerca Leandro, Alias: Papi Chulo. Pero no
viene solo, se da cuenta que la persona con quien viene es María Paz.
-Hola
María Paz! Tan perdida que has estado… ¿todo bien?... Hola papi… <<¿Qué sucede Clara?, sólo tú lo
conoces como Papi chulo<<.- Hola Leandro.
-Sí,
sí todo bien responden. –Tú también estuviste perdida Clara, creo que ambas
necesitábamos descansar
-No
estoy entendiendo nada. Dice Gus. –¿Todos ustedes se conocen?...
-Gus,
ella es mi amiga María Paz, con quién me encontré en el hotel, y fui a la
fiesta. –Se saludan con María Paz. –A todo esto, ¿Cómo se conocieron?...
-De
por ahí. Responde Leandro. María Paz sonríe
Al
ver que su amiga se burla, sabe perfectamente que algo están escondiendo; y
como Clara es un tanto curiosa, insiste en saber que pasa
-¿Cómo
que de por ahí?... dice Clara alzando las cejas
Leandro
le hace un gesto a María Paz para que calle, pero ella no le hace caso
-Nos
conocimos en la playa
-¿Así
nada más?. Dice Clara. Leandro le lanza una mirada de desesperación
-Al
día siguiente de la fiesta, iba de camino a almorzar y estaba el stand del
hotel que ofrece tours. La verdad es que no tenía ganas de quedarme toda la
tarde tomando sol, así que tomé la excursión de cabalgata por la playa, la
montaña y el río.
-¿Y
ahí llegó Leandro? O ¿Acaso este falzeti se hizo pasar por el guía?. Interrumpe
Gus
-Jajajajaaj
veo que lo ansioso es contagioso… Clara, haz hecho un trabajo estupendo!!...
Bueno, entonces, del hotel salimos 6 personas, yo la verdad no me fijé en
ninguno de ellos. Llegamos a una finca en donde estaban los caballos. Todo
súper bien, impecable. Nos pasaron los caballos, a mí me tocó el Empeñoso, así
se llamaba. Nos hicieron un pequeño recorrido por la finca…
-Yapo´
amiga!! Anda al grano….
-¿Tú
Clara María de las Mercedes diciéndome eso?... pero si tú te das mil vueltas
antes de llegar al punto… Cuando llegamos a la playa, yo iba lentamente por la
arena y de repente pasa junto a mí un caballo con un hombre prácticamente
colgando que gritaba y gritaba. Fue tan brusco que me asusté y me costó reaccionar.
Una vez que lo hice, corrí rápidamente y logré ayudarlo a subir en mi caballo.
Luego de eso, su caballo se tranquilizó. Lo hubieran visto… fue tan gracioso…
imagínense un caballo con algo colgando, me acuerdo y me río. Y bueno, así fue
como lo conocí, yo fui su heroína. María Paz mira a Leandro mientras éste se
sonroja poco a poco y ríe entre dientes. Gus y Clara se echan a reír.
-¿Ahora
seré el objeto de burla del parcito?... dice Leandro
-No
puedes negar que es muy divertido… El gran macho alfa dominado por un dulce
caballo… pagaría por ver ese espectáculo… -Todos ríen mientras que Leandro
frunce el ceño. María Paz sigue con la historia:
-Después
Leandro logró bajarse del caballo y por ningún motivo quiso subirse nuevamente
así que yo me ofrecí traerlo en el mío. La verdad es que no lo hice porque soy
buena persona, no. –se ríe. –si no porque lo encontré tan guapo!!. Y de
inmediato me dí cuenta que tenía una personalidad muy parecida a la mía, que
encajaríamos de maravillas. Regresamos al hotel y nos fuimos al bar de la
playa. El resto no se los cuento porque no es horario para menores de 18 años.
–María Paz y Leandro se miran con cara de cómplices.
-Pero
que cochinos!! Susurra Clara
-Bueno,
bueno. ¿Y ustedes?. –Pregunta Leandro
-Yo
ví a Clara ese día que fuimos a nadar con delfines, averigüé quien era y que
estaba en este mismo hotel. La estuve siguiendo y justo hoy cuando estábamos en
la piscina, te vi conversando con ella, así que te seguí. No encontré nada
mejor que sacarte del medio pidiéndole ayuda a la policía… Qué ocurrente,
¿no?...
-Pero
que pelotudo más grande!! Casi me da un infarto cuando la policía me detuvo… y
todo por una chica…- le dice Leandro
-Olvidémonos
de eso. ¿Qué les parece si vamos a andar en buggy, luego a comer y terminamos en
una discoteca?... sugiere Gus
-Siiiiiiii.
Responde María Paz con entusiasmo. Se le suma Clara
-Me
parece perfecto. –dice Gus
-Les
parece ir a la “White party” de hoy en la noche. Sugiere Papi Chulo
-¿White
party?. Pregunta Clara
-Que
huasa amiga!! Todos los resort tienen una fiesta donde tienes que ir vestida de
blanco. Contesta María Paz.
-JA!
Eeeeeeeeella la durazno con más pelos… le lanza la frase a su amiga. –Antes de
que comiencen a discutir, Gus alza la voz y dice:
-¿Vamos
a la fiesta?. –A decir verdad, no acepto un no por respuesta. Pero se me antoja
la disco Coco Bongo, me imagino que han escuchado hablar de ella, es famosa en
todo el mundo.
-Ahora
vamos por el tour. Dice Clara
Los
cuatro se dirigen al stand que ofrece los tours para los huéspedes del hotel.
Emilio, el encargado de la venta, les muestra los diferentes tours disponibles.
Deciden tomar el tour “Aventura ecológica en Buggy”. Se dirigen al lobby donde
serán recogidos. Llegan a una granja orgánica, allí se encuentran los buggys estacionados,
listos para ser usados por los turistas. Esta vez las mujeres comenzaran a
manejar. Inician la aventura. Atraviesan lugares con inmensas plantaciones de
caña de azúcar. Se detienen a probar el chocolate, el café y el ron, en el
estado más puro que se puede encontrar. Y terminan en la playa de Macao. El
calor es sofocante. El Buggy está cubierto de barro, al igual que sus cuerpos, deciden
tomar un baño y relajarse en la playa. Regresan al hotel.
-Chicos,
¿Les parece que nos juntemos en una hora y media para comer?. Porfis vamos al
Yokohama, tengo antojo de sushi. Sugiere Clara. Los mira con cara de gatito de
Shrek
-Me
parece una excelente idea. Dice Gus. –Cada uno emprende rumbo a su habitación a
acicalarse.
-María
Paz, ¿Vas conmigo?.- Le dice Leandro
-Tal
vez más tarde bebé. –Lo mira maliciosamente y le guiña el ojo. Leandro enrojece
Ya
son casi las 8pm, se encuentran en el restaurant Yokohama. Clara es la última
en llegar:
-¿Pasemos?.
Dice
-Ignacio,
nuestro otro compañero, me pidió que lo disculpara, pero no dice que no está
para ser de mal tercio. Tal vez mañana nos acompañe
El
lugar está totalmente decorado al estilo Japonés, principalmente en tonos rojo
con negro. Cuadros en tono blanco con negro en su mayoría. Lámparas colgantes a
lo largo del salón. Velas color salmón adornan el lugar. Una chica los conduce
a una mesa.
-Queremos
un espumante con cuatro copas por favor. Dice Gus
-¿Estamos
celebrando algo?. Pregunta María Paz
-¿Te
parece poco esto?. [Gus se apunta con el dedo la respiración]. Clara lo queda
mirando pensando <<¿Qué se fumó
este hombre?<<
-No
entiendo Gus
-Celebro
algo tan simple como que puedo respirar. –Clara muere ante esa afirmación, no
puede creer que alguien le haya dicho una simpleza tan maravillosa… -Y también
celebro que te conocí a ti… <<Awwwwww!
Qué emoción Clara!!!!! Que tipo más romántico… Mmmm qué cosa más cursi pero
linda, ¿no crees Clara?... seguro que se las sabe por libro este galancete de
cuarta… me huele a chanta<< Clara
tiene una guerra de pensamientos.
A
eso de las 10:15 pm y luego de cenar, cogen una van hasta la discoteca. Gus se
dirige hacia el principio de la fila y rodea a Clara por la cintura; los dejan
pasar inmediatamente. Clara se pregunta cuál será el motivo porque a Gus lo
dejaron pasar de inmediato, se pregunta por un momento si habrá venido tantas
veces, o si quizás será “amigo” de alguna de las chicas que allí trabaja. <<No te pases rollos Clara, tú no eres
así. No actúes como niña de 15 años<<.
-Bienvenido
de nuevo, señor Martínez. –le saluda una rubia atractiva de piernas largas, y
luego saluda al resto del grupo. –Les llevaré hasta su mesa. –dice la señorita
rubia de Minishort
La
gente viste de manera informal. El suelo y las paredes vibran por la música que
llega desde la pista del baile que hay detrás de la barra y las luces giran y
parpadean. La señorita piernas largas los conduce hasta un reservado situado en
una esquina que está cerrado con un cordón. Está cerca de la barra tiene acceso a la pista de baile. Es el mejor
sitio del local.
-Ahora
mismo viene alguien a tomarles el pedido.- dice la joven rubia
-¿Cerveza?.
Les pregunta Gus. –Todos asientes con energía, algunos levantan el pulgar y
otros aplauden en señal de aprobación
Un
hombre joven con pelo corto y oscuro con sonrisa traviesa viene a tomarnos la
nota.
-Buenas
noches, ¿Qué van a beber?
-Buenas
noches. –Responden casi al unísono.
-Chicos,
propongo que comencemos con cerveza, ¿les parece?
-Sí
Claro contestan. – Quisqueya contesta María Paz,
-Serían
cuatro Quisqueyas por favor
-Sí,
señor. Ahora mismo se las traigo.
Mientras
esperan las cervezas, María Paz decide que es hora de quemar algunas calorías
extras que ha comido en estas vacaciones. Decide invitar a Clara a bailar, pero
justo llegan las cervezas para hacer un brindis por la vida. Levantan el
botellín de cerveza mientras gritan ¡¡¡¡Salud!!!!.
-Arriba
Clara, vamos a romper la pista de baile!! Le dice María Paz
-¿Vienes?.-le
pregunta Clara a Gus
-Prefiero
verte desde aquí. –le guiña el ojo
Las
chicas se van a la pista de baile. La discoteca al ritmo del reggeaton está
literalmente en llamas, como dice Clara, se siente que retumba por todas
partes. La pista de baile aún no está del todo llena, así que los chicos tienen
visión hacia María Paz y Clara. La pista poco a poco se va llenando, las chicas
se ven obligadas a juntarse un poco más, en ese momento, Gus y Leandro pierden
de vista a las amigas.
-María
Paz, ¿Dónde está Clara?...
-Pero
si estaba aquí hace un minuto
-Por
la cresta María Paz cómo pudiste perderla de vista. Acaso no sabes que corre
peligro…
-¿Peligro?,
¿Qué estás hablando?, ¿Te volviste loco?... Yo… yo…
-YO,
¿QUÉ?... A VER?, ¿QUÉ?... –Gus completa la frase con un tono de furia.
-CÁLMATE GUS! ¿QUÉ TE PASA?... Continuará...