miércoles, 28 de diciembre de 2022

Capítulo 4: Clara y una noche fuera de lo común

…Sin soltar sus manos, Clara y Gus corren tan rápido que logran escapar del misterioso hombre de terno negro. Pareciera ser un espía, un guardia o peor aún, agente del FBI, al menos eso piensa Clara, y eso la hace sentir aterrorizada. Encontraron entreabierta una pequeña cabaña que se asemeja a una ruca, sin pensarlo entraron a esperar que dejaran de buscarlos. El espacio era reducido, era una especie de bodega que albergaba la indumentaria de los diferentes deportes acuáticos que ofrecía el resort, pero en esos momentos de desesperación el espacio era el problema menor. Se sentaron en un rincón. Gus sujeta los hombros de Clara, la mira fijamente a los ojos y seriamente le dice:

-Ahora sí, ¿Qué está pasando Clara?, me acabo de sentir como un ladrón escapando. Por favor! dime la verdad para ayudarte¾ la mira con cara de angustia y desesperación

-Es que… balbucea

-¿Qué pasa Clara?, ¿Qué puede ser tan terrible?, insiste

-Está bien Gus, está bien… pero no me lo vas  creer…

 

<<Dos día antes<<…

 

Es noche clara de luna llena, noche que mes a mes Clara espera con una copa de vino en el balcón. Camina hacia el bar que está de camino al  restaurant italiano, el que reservó para cenar esta noche. Muere por comer ñoquis en salsa boloñesa. Se sienta en la barra, aún tiene treinta minutos de espera. Saluda al mozo y le pide una caipiriña. El calor es sofocante, mi querida Clara sufre con el calor… si fuera por ella viviría en el polo norte.

Mientras espera la caipiriña revisa su celular, cuando es interrumpida por Steve, un barman quién la nota un tanto nerviosa al revisar el teléfono:

-¿Va todo bien Señorita? -preguntó con ánimo de ayudarla. -Me llamo Steve.

-Creo que sí… Bueno, la verdad es que no estoy segura. Vine escapando del pasado, pero por más que huyo de él, siempre insiste en pisarme los talones. Por cierto, soy Clara, mucho gusto Steve.Se dan la mano

-¿Te pusiste así por lo que viste en el teléfono? -Preguntó Steve

-Sí, sé que es pésima idea en estos casos encender el teléfono pero no pude evitarlo- respondió ella

-Mira Clara, no me has contado que te ha pasado, pero claro está que es una pena de amor. No tengo experiencia en esto, mi señora es casi mi única mujer en la vida. La conocí a los 17 años en el negocio de mis padres y desde el primer momento que la ví, supe que sería la madre de mis hijos y mi compañera de vida

-¿En serio? -preguntó Clara sorprendida

-te prometo!. Cuando quieres de verdad no hay dudas. Las dudas nacen cuando falta el amor. Como te dije, no tengo experiencia, pero para mí con mi señora, las claves han sido el respeto, el compañerismo, querer salir adelante y disfrutar de nuestra familia.

-Qué lindo lo que dices. Pero creo que no todos estamos hechos para lo mismo. Unos estudian, otros viajan, otros se casan, otros tienen hijos, y así… al parecer mi mejor compañera de vida es la “soledad” y los viajes. Te acostumbras a estar sola, te vuelves adicta, no sé si es bueno o algo malo. Algunas personas no podrían vivir solas, yo la verdad lo disfruto. Invitar a quien quiero, hacer lo que quiero, comer lo que quiero, dormir a la hora que quiero. No tienes que rendirle cuentas a nadie… Pero sí, muchas veces al terminar el día, te gustaría refugiarte en un abrazo o compartir tus tristezas y tus alegrías.

-Pero Clara… eres una chica joven, guapa, estás acá, por lo que veo sola, no cualquier chica lo hace, y eso ya te hace especial. Si no te molesta que te lo pregunte…¿Qué pasó?-

-No, no me molesta. La verdad es que siempre he sido un libro abierto Steve… Nunca tuve la certeza de porque terminamos, tampoco hice mayores preguntas, más bien acepté y lloré en silencio.

Creo que la frase “No eres tú soy yo” calza bastante bien en este caso. Me imagino que la conoces… Él es un chico inteligente, interesante, de buena familia, hacía todo por hacerme feliz, aunque debo reconocer que, a veces, bastante desubicado y mal genio. Era incapaz de expresar sentimientos, me hubiese gustado saber que signifiqué en su vida, si le gusté de verdad o si sólo estuvo conmigo por estar.

-¿En serio? -Preguntó Steve.- Por lo que me cuentas y si yo fuera tu novio, no podría dejar de decirte lo encantadora que eres y estoy segura que eres una buena chica, lo puedo ver en tu mirada. Clara se ruborizó, no supo que decir.  

-Gracias -consiguió decir. -Al final sentía que éramos amigos más que novios, no sé...

-¿Se apagó el la llama?…

-No sólo eso. Muchas veces incluso me pregunté si alguna vez existió de su parte. Respondió Clara

-Bueno Clara, no hay respuestas correctas en el tema del corazón, las excusas siempre agravan la falta y lo que se fue de tu vida que no entre nunca más, esa es una de las 4 leyes de  la espiritualidad, grábatela a fuego en la mente.

-¿Cuatro leyes? Pregunta Clara…

-Mira Clara, “Cuando algo termina, termina”. Simplemente así. No tienes que darle más vueltas. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante, no cuestionarte y avanzar. ¿Acaso no te suena?... léelas y verás que sanadoras pueden llegar a ser, te lo dejo de tarea.

-Muchísimas gracias –dijo Clara, con un suspiro. Mientras mira la hora en el teléfono. –Steve me tengo que ir, estoy a diez minutos de la reserva en el restaurant Italiano. Gracias por la conversación, me dió mucho gusto conocerte. Nos vemos pronto. -le escribe su número de teléfono en una servilleta.

-No hay de qué –respondió Steve, me alegro de haber podido ayudarte, y gracias a ti por la confianza.Clara camina raudamente hacia el restaurant Italiano “Tiramisú”.

Siente deseos inmensos de fumar, decide detenerse un momento en la zona de fumadores, Clara detesta fumar caminando o hacerlo en lugares que no está permitido. Cuando va en la mitad del cigarrillo, se acerca una mujer a pedirle fuego, se lleva una gran sorpresa…

-Hola, disculpa, ¿podrías prestarme encendedor?. Clara se voltea y se percata que es una amiga de la universidad que hace mucho no ve, con la que pasaban unas noches locas como dice la canción de Enrique Iglesias…

-Es que NO LO PUE NO CRE ER!!!!!!!.... MARIA PAZ FERNANDEZ CÁCERES (escrito en mayúscula para que se imaginen la cara de sorpresa de Clarita). No nos vemos hace miles de años y nos volvemos a encontrar aquí tan lejos galla… La abraza y le dice -Tanto tiempo… ¿Cómo estás?le pregunta extasiada

-Aaaaaaaaaaaaaa- grita mientras se tapa la boca. -Claaaaara es que no puedo creerlo!! ¿Qué estás haciendo aquí?!!... Dejemos en claro que María Paz es tan histriónica como Clara. -¿Estás sola?le pregunta

-No, estoy con mi amigo imaginario, ¿no lo ves?... jajjajaja. Obvio que sí, y ¿tú?. Le pregunta Clara

-jajajajjajaj tú y tus tallas de Felo… Yo también estoy sola. Necesitaba espacio y tiempo para mí, la pandemia me dejó agotada, tanto encierro me pasó la cuenta. ¿Vas camino a comer?. Le pregunta María Paz

-Sí, voy al restaurant italiano. ¿Quieres acompañarme?. Podemos cenar y luego nos tomamos unas copas para ponernos al día. María Paz acepta con mucho gusto.

En el camino se encuentran con una puerta abierta, Clara no puede evitar mirar hacia adentro, es tan curiosa mi querunina… María Paz la empuja de casualidad y se encuentran con una sala decorada muy elegantemente que al parecer está lista para una sesión fotográfica. Clara siempre quiso hacer una sesión fotográfica así que le pide a María Paz que la acompañe a hacerle check a otro de sus tantos en su bucket list (listado de cosas que hacer antes de morir). La habitación está decorada en tonos dorados,  muy estilo Palacio de Versalles. En el centro una lámpara de esas colgantes apoteósica con seis luces. Al fondo un ventanas de techo a pie con borde de oro. El piso hecho de madera en tonos café claro y café oscuro. Al fondo un sillón de 5 cuerpos, por parte baja, con unos 10 cojines en tonos amarillos y café. Clara no podía creer tanta elegancia, era como estar en otro lugar, no concordaba estar en un lugar de playa con esta habitación. Los lados estaban decorados con pilares también recubiertos de oro. Tenían cuatro focos para iluminar el set y cuatro cámaras. A un costado una pequeña sala que decía “Vestuario” y al lado otra decía “maquillaje”.

Se miran una a la otra con cara de ¿lo hacemos?. A los dos segundos ambas asienten y caminan  hacia la sala de vestuario. Se dan cuenta que todos los modelos son del diseñador Óscar de la Renta, y cada una escoge un modelito.

Clara escogió un vestido largo color verde, su color favorito. Confeccionado con pliegues, un tajo en la pierna izquierda la que muestra casi por completo, no está muy orgullosa de eso, siempre ha tenido un tema con sus piernas, le parecen un poco gorditas, de hecho en la universidad sarcásticamente le decían “la patita de pollo”. Uno de los hombros es descubierto y en el otro tiene una especie de rosa. María Paz eligió un vestido strapless negro con moño que se le dice, es como que fuese un pom pom invertido, se le veía divino con los tonos de piel y de cabello que tiene.

En ese momento aparece una mujer, ambas se sienten muy avergonzadas

-Perdón por entrar sin permiso y ponernos estos vestidos, de verdad. Pero soy tan curiosa y no pude resistirme, es todo culpa mía… dice Clara

-Hola chicas! soy Emiliana, no sé si me conocen de por ahí

-¿De por ahí?. Se miran con cara de interrogación. -Mmmmm la verdad es que no. Perdón, nos sacaremos los vestidos y nos vamos. Estábamos pasando por aquí cuando de pronto vimos este salón y era mi sueño estar en una sesión fotográfica.

-Descuiden… ¿Cómo se llaman?
-Yo soy Clara y ella es María Paz

-Mucho gusto… Se quedan las tres en silencio por unos segundos, algo está sucediendo en la atmósfera hasta que Emiliana rompe el hielo..

-Me imagino que se dieron cuenta que Clara y yo tenemos un parecido impresionante… dice Emiliana

-Pues Claro, si es más que evidente. Le contesta Clara confundida. Sin poder terminar aún Emiliana la interrumpe

-sé que no nos conocemos, pero necesito que hagas algo por mí. Sé que es mucho pedir, pero aquí saldríamos ganando las dos… ¿Te gustaría hacer un trato conmigo?... Le pregunta con un gesto picarezco.

-¿Un trato?, ¿Qué tipo de trato?... le contesta sorprendida

-Tengo dos eventos esta noche y como no la tecnología aún no está del todo avanzada, que yo sepa no puedo estar en los dos, y realmente tengo que estar ahí. Tú eres prácticamente igual a mí, por favor ayúdame…

-Mmmmm y, ¿Qué pasa si me descubren?, yo ni siquiera conozco a las personas, no sé qué debo hacer… Emiliana, yo hasta respirar lo hago mal…

-Mmmmm eres divertida, pero que tan malo puede ser, Clara, te divertirás un montón, no puedes desaprovechar esta oportunidad, dí que sí por favor, dí que sí. Le pone carita de gatito de Shrek.

María Paz interviene: Clara, ¿no me vengas a decir que ahora que te da vergüenza?... Por favor no me hagas reír... Querida, has hecho cosas peores… recuerda esa vez en el hotel W, o ¿Acaso quieres que te lo recuerde?... jajajaajjaaj. Clara responde. -no me lo recuerdes, hasta el día de soy persona no grata en ese lugar.

<<Ay Dios por qué me mandas estas pruebas a mí!! ¿Que he hecho yo?!!... y además yo que soy tan rogada… aunque pensándolo bien, ¿Qué probabilidad tengo de que me vuelva a ocurrir otra vez lo mismo?...<< piensa mi muchachita.

-Mmmmmm Está bien… pero no te garantizo nada… si mañana sales en las portadas de los diarios porque te caíste a la piscina, te tropezaste o bailaste arriba de la mesa, yo ya te lo advertí… ¿Y ahora qué hago?, ¿A quién veré?, ¿Qué digo?. Le pregunta

-A ver, a ver calma… respira… una pregunta a la vez. Ahora irás a una fiesta en una limusina. —La Diosa interna de Clara brincaba como niña chica, mientras la Clara racional se repetía a cada instante “¿qué hiciste Clara?”.

-¿En una limusina?... pero yo nunca me he subido a una. Ni siquiera sé por dónde se sube… la única que conozco es de una funeraria que hay en la ciudad donde vivo…

-Clara escucha, Sólo déjate llevar… Irás al cumpleaños de un famoso por eso estás vestida así. Estás perfecta, así que ahora disfruta está noche, será inolvidable… -<<Ahhh claro para ella es tan fácil decirlo<< piensa Clara. Mientras la acomoda en una silla para acicalarla. Le aplica labial mientras le dice –Este es un Ives Saint Laurent, es fantástico!. ¿Lo has probado?. <<Esto debe de ser una broma… las cosas que me pregunta si con suerte uso maquillaje de la revista Cy zone<< piensa Clara.  

Le entrega unos tacones del mismo tono del vestido, unos aretes en forma de cinta confeccionado de diamantes y una bolsa pequeña con forma ovalada, también confeccionada de diamantes. -No te pondré maquillaje, el bronceado esconde cualquier imperfección. Y bueno…  creo que estás perfecta Clara, ¿Te parece?...

-¿Te parece que estoy bien?... Mi estómago está revuelvo de nervios, espero no tener un pequeño incidente en el auto. No querrás saber los eventos extraordinarios que me pueden llegar a suceder. Y a todo esto, ¿Qué harás tú?...

-Yo quiero disfrutar una noche de fiestas en esta ciudad siendo una persona normal. Tú no tienes idea lo que para ti es tan simple para mí lo es todo. ¿Quedaste más convencida? Le sonríe. Ya Clara, vas tarde. Ve a recepción, ahí estarán esperándote. Suerte Clara!! Eres mi ídola!!, le da un empujoncito.

 Camina hacia la recepción junto a María Paz, y divisa un hombre alto, corpulento con traje tipo men in black quien está abriendo la puerta del vehículo. Las saluda muy cortésmente.

-Buenas noches Srta. Emiliana, Señorita- Dirige la mirada hacia María Paz y la saluda-. Pónganse cómodas que tenemos unos veinte minutos de viaje. El auto está a 21°C como lo solicitó. El humidificador está funcionando y con su aroma favorita, verbena. El frigobar está equipado con dieciséis bebestible: Agua Evian, Pepsi Zero, jugo de naranja light y botellas individuales de espumante. Además en los costados podrá encontrar dos bandejas, una con una selección de chocolates traídos directamente desde Bélgica y en la otra bandeja una selección con fruta, sólo la que usted acostumbra a comer. Por favor, cualquier cosa que necesite hágamelo saber de inmediato, con mucho gusto la ayudaré. Clara con la boca abierta sigue sin reaccionar, es demasiado para ella, nunca se había enfrentado a algo así en su vida, de verdad que sentía que estaba inserta en una película.

--Ehhhhhhh muchas gracias, muy amable de su parte. Clara ni siquiera sabe que decir, mira de reojo a María Paz y lo único que quiere es gritar de la emoción. El chofer cierra la ventanilla que separa los asientos y ahora sí saltan de la felicidad. Abren un par de botellas de champaña y celebran lo que están viviendo en ese momento, saben que eso les sucederá una vez en la vida. No se dan ni cuenta como se toman las seis botellas, Clara no sabe si porque una cosa llevo a la otra o porque por dentro está muerta de miedo de sólo pensar que la está esperando en destino.

El vehículo disminuye la velocidad, el chofer señaliza y gira hacia la derecha. Avanzan unos cuantos metros y el corazón de Clara se acelera cada vez más. Desesperada intenta ver por la ventana pero con la oscuridad de éstas es imposible ver. El auto se desplaza cada vez a menor velocidad, atraviesan un estrecho y largo puente hasta que llegan a una especie de isla, cuando en ese momento el chofer les dice ……… “BIENVENIDAS A LA CASA DE JULIO IGLESIAS”!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!………………………. continuará...


miércoles, 21 de diciembre de 2022

Capítulo 3: Clara y un encuentro playero con un (no tan) desconocido...

…Clara se pellizca la mejilla para comprobar si lo que está viviendo es real o si todo se trata de un lindo sueño del que está a punto de despertar… para su felicidad, se da cuenta que el chico de suaves rizos está parado justo frente a ella, mirándola de una manera dulce y que al igual que el primer día la hace sentir intranquila y observada. Se miraron en silencio por unos instantes. Ella creyó que tenía algún “adorno” en el rostro,  se imaginó con algo en los dientes, un intruso en la nariz o cuanta fatalidad existe en este planeta… Clara cree que la nube negra la acecha la mayor parte del tiempo,.

Ella fue la primera en romper el largo silencio cuando, de repente, un golpe de agua fría moja sus cuerpos…. Un sujeto en una moto de agua arranca a toda velocidad mojándolos con el chorro que emana de la parte trasera de la nave, Clara estuvo a punto de maldecir en todos los idiomas habidos y por haber, pero gracias a sus largas terapias de control de impulsos es que sólo suelta un:

-Mieeeeerda!! Exclamó la princesa… La expresión le salió del alma… De inmediato le ofreció disculpas al chico quién explotó de la risa. Luego del incidente ella aclara la voz y le dice:

-Y bueno, después de este accidentado encuentro, ahora si podrías decirme tu nombre... antes que él pueda responder ella lo interrumpe: ah! Es que yo sólo te conozco como el “chico sexy de suaves rizos”. Inmediatamente él suelta una risotada. Ella no parece estar nerviosa, todo lo contrario, ahora es él quien parece cohibido luego de esa declaración.  

-¿Cómo que me conoces?, le pregunta curioso Gus

-A ver, a ver… la curiosa soy ya!! Lo mira de reojo con cara coqueta. En vista que Clara no le contesta, sigue con su respuesta

-Bueno Señorita Sinceridad, me llamo Gus le contesta esbozando una pequeña sonrisa. Lo que ella le contesta con tono y gesto de extrañeza ¿Gus?... ¿Gus qué?... ¿Agusto?, ¿Agustín?... me refiero a cómo te llamas, no como te dicen. Nuevamente esboza una sonrisa mientras le contesta

-Me llamo simplemente Gus, ese es mi nombre. Clara avergonzada le pide disculpas y ahora es ella quién lo invita a dar un paseo por la playa.

-Entonces Gus… ¿te gustaría dar un paseo por la playa?. Gus con cara de “te pasas” le contesta: -Por supuesto… me encantaría…-

Clara se revisa el traje de baño, se siente extremadamente nerviosa, el hecho de estar caminando prácticamente “en cueros” al lado de su galán y con la creencia de que lo peor está por suceder… se imagina con una bubbie al aire… por parte baja, pero al parecer todo estaba bien puesto. Mira de reojo a Gus y su lado cochino piensa <<y bueeeeno (leánlo en tono Argentino)… él tiene todo mejor puesto…>>.. ya empezaste Clara… ya empezaste. Ay Dios… esta mujer no puede evitar que su mente erótica despierte… 

Ahora caminan por la arena mojada dejando las huellas atrás mientras ella le pregunta:

-Señor de nombre corto, quiero saber cómo supiste mi nombre, la verdad es que siento mucha curiosidad… cuando me dijiste –Clara… ¿Verdad?...- quedé todo lo que es A NO NA DA DA. Clara es bastante histriónica para hablar, es por eso que quienes la conocen saben perfectamente cuando está en uno de sus días como dice ella “en los que no debería de haberme levantado”, y los días “estoy en llamas”… no por lo que ustedes se imaginan… mentes de alcantarilla!!, sino que todo para ella es alegría, su mente está más despierta que nunca… esos días en que los bailes al ritmo del  reggeaton son el invitado principal en la ducha matutina. Su canción favorita para este espectáculo es “Titi me preguntó” de Bad Bunny, cada vez que le da play no puede entender como le puede gustar una canción tan vacía, en su lenguaje “la ama con pasión”. Cada mañana que menea el esqueleto al son de esta canción queda como coloquialmente se  dice prendida como  “televisor de conserje”.

-Al parecer las preguntas están recién comenzando Señorita Curiosidad… ¿Quieres la verdad o te invento una linda historia para no parecer un psicópata?... se sonríe de manera sexy piensa Clara mientras le responde

–Mmmm la verdad por supuesto. Si hay algo que no perdono es la mentira. Le contesta Clara frunciendo el ceño y recalcando muy bien esa frase

-Te ví el día que fuiste a nadar con los delfines…te… Clara lo interrumpe nuevamente

-Noooooooo, ¿¿¿¿de verdad????.... ¿No me digas que estabas ahí también? Le contesta ella con una cara de sorpresa como si se hubiese visto algo extraordinario…

-Si vieras tú cara te estarías aguantando la risa tal y como lo estoy en este momento. Déjame continuar… oye pero que mujer más ansiosa!!... Hay dos certezas que tengo sobre de ti: 1- Te llamas Clara. 2- Eres la mujer más ansiosa que he conocido… y… EN LA VIDA, por cierto (ella se sonroja mientras lo escucha en silencio)... Ese día llegamos al Dolphin Discovery y tú estabas en una de las mesas escribiendo muy concentrada en tu celular. Hace una pausa mientras Clara lo mira atentamente y le dice –continúa… Nos llevaron al sector de chalecos salvavidas, tú sólo traías puesto el traje de baño… te pusiste el chaleco que por cierto te quedaba estupendo, mejor no te digo donde se fijó mi mirada (Clara enrojece como un tomate)… después de esta breve declaración continuo: el chaleco era cortito, se te veía toda tu anatomía, te notabas insegura… te veías tan nerviosa, tan tierna… tan indefensa, pero claramente no podías serlo si estabas en un lugar al parecer sin compañía… y fue ahí cuando me propuse conocerte. Te miré todo el tiempo que estuvimos en la actividad, gritaste la mayor parte del tiempo mientras jugabas con el delfín, no aguantaba la risa, todo hasta que terminó y fuimos a la entrada para comprar las fotos. Me acerqué a ti mientras veías tú veías las fotos en la computadora, en la parte superior de la pantalla estaba escrito tu nombre, y fije en tu muñeca que traías puesta la misma pulsera de este hotel... Fin de la historia!!... termina el relato en forma repentina. Ella lo miraba como un niño escuchando el mejor cuento del mundo y la la contempla con una ligera sonrisa.

En ese preciso momento de romanticismo, Clara es golpeada en la cabeza por una pelota de fútbol… ayyy mi querida Clara, si no es una cosa es la otra… estaba tan embobada escuchando a Gus que ni cuenta  se dió que una pelota venía justo hacia su cabeza, el destino tenía preparado una pequeña sorpresita. Cuando despierta, un grupo de hombrecitos está hincado su alrededor, pero ella busca desesperada a Gus a quién encuentra rápidamente por cierto. Un tuluco de servilletas adorna su nariz, se quería morir!!. La Clara sexy con el bikini color verde flúor y azul eléctrico quedó en el olvido, ahora sólo era una chica despeinada con el rostro enrojecido y rastros de sangre, sólo quería ser tragada por el mar, no podía creer que de todas las personas de la playa, justo le tenía que caer a ella… se acerca uno de los hombrecillos y con cara de arrepentimiento le dicen:

-Disculpe señora, no queríamos pegarle… en ese momento Clara sintió que como se dice vulgarmente “le pusieron un ají en el traste…”, el diablo se apoderó de ella… no hay nada en la vida que odie más que le digan “señora”… <<grrrrrrr mocoso insolente!! Que se ha creído!! No tengo anillo, no tengo guagua, estoy en la flor de la juventud y me viene a decir señora!! AH NO!!>> pensó clara en sólo 2 segundos, pero no lo dijo jajaja si pudieran leer sus pensamientos… mmm por su seguridad es mejor que no lo hagan… levantándose rápidamente le contesta:

-No te preocupes son cosas que pasan, le contestó. Aunque por dentro tenía un rosario de cosas por decirle pero al igual que el cómico Jorge Alís, “lo pensó, pero no lo dijo”. Clara se sintió algo mareada, Gus le pidió que se recostara en la arena, el hizo lo mismo a su lado y continuaron la charla. Como siempre, Clara es la primera en hablar…

-Debo de parecer un desastre… Gus la mira y asiente con la cabeza… Ella le reclama -tenías que decir que noooooo-. Gus le contesta –Clara, luces fantástico-.

-Que mentiroso… le dice Clara molesta

-Bueno entonces que te digo que estas hecha un desastre o que luces fantástica… sonríe de una manera que hace que a Clara se le olvide el mal rato. ¿Vamos al mar?, así limpias el desastre fantástico que estás hecha. Clara asiente con la cabeza. Se olvidan del mareo y corren al mar. Los corazones laten aceleradamente. Las miradas son cada vez más intensas. Sin buscarse las pieles comienzan a acercarse. La química entre ellos es indudable.  Para variar mi mente erótica interrumpe el momento…

-No me has dicho mucho de ti… sólo sé que eres Gus… el chico psicópata, sexy de suaves rizos, le sonríe de forma coqueta mientras Gus se sonroja. Él le contesta

-No me digas eso, que de verdad me lo creo. Clara lo interrumpe (para variar) –sólo quiero decir algo, nunca nos digamos donde vive cada uno, bueno?-. Gus la mira con extrañeza quiere respuestas pero ella le cierra las puertas inmediatamente. Él le responde:

-“No es quién seas en el interior, son tus actos los que te definen”… Clara notó de inmediato que era la frase de Bruce Wayne de Batman… después que su Diosa interior cayó rendida a sus pies pensó –ayyyyy me gustó aún más”… mmmm! Lo acabo de decir en voz alta?.... (se escucha una risotada)

-Así es Señorita, lo acabas de decir en voz alta y tus mejillas están rojitas como una granada… Gus continúa riendo mientras que Clara se siente muy avergonzada pero prefiere demostrar que sólo fue un impasse.

A lo lejos en la orilla de la playa, divisan a dos chicos que hacen señas con los brazos, Gus se da cuenta que son sus amigos, “papi chulo” y “el cara de chiste” como los llama Clara. –Ven Clara, quiero presentarte a mis amigos- la pide Gus. Ella sabe perfectamente quienes son, los tiene más que estudiados y milimétricamente de hecho. Caminan muy juntos hacia la orilla, tanto casi que sus dedos podían rosarse. Clara podía sentir su corazón latir a mil y sus piernas tambalear mientras caminaba. A través de las cristalinas aguas, mi dulce chica vió algo en la arena que llamó su atención, algo brillante que la hizo tropezar. Gus la sujeto firmemente y luego tomo su mano.

-Lo siento Clara, te tomaré la mano hasta que asegurarme que llegues sana y salva a la orilla mientras le guiña el ojo izquierdo. La Diosa interna de mi erótica muchachita se reía mientras piensa “si me pide perdón para tomarme la mano… entonces después que hará cuando me quiera hacer maldades… que cochina clara!! Las cosas que  piensas”.

Ahora tiene justo en frente a ella los tres chicos de la playa: el morenazo, el de tez Europea y el trigueño… el que ella denominó “cara de chiste” la saluda:

-Hola Clara, ¿Cómo estás?, me llamo Ignacio… ella de inmediato y al escuchar con tanta seguridad escuchar su nombre, puede deducir que ha estado en más de una conversación. En ese instante Clara se distrae y mira hacia el bar, choca su mirada con un hombre vestido de terno oscuro con lentes también oscuros y que usa auriculares en el oído izquierdo. Un calor descomunal recorre su cuerpo, comienza a sudorar y su garganta se aprieta. <<¿Y ahora que harás Clara?... ¿en qué te metiste?... como se te ocurre meterte en líos>>…

-Gus, ¿confías en mí?, le pregunta Clara con tono de desesperación. A lo que él le contesta:

-¿Qué cosa Clara?, no entiendo. ¿Estás bien?… la mira con cara desconcertado

-Tú sólo hazme caso y corre que yo ya te cuento. Clara lo agarra fuerte del brazo y se alejan del hombre vestido de terno, mientras el hombre la ve y corre tras ellos. Clara no deja de gritar -Corre Gus, corre-…

lunes, 12 de diciembre de 2022

Capítulo 2: Clara en una swimming bar

Es un día de noviembre y Clara despertó feliz, aunque no pasó una de sus mejores noches se dice a si misma: <<querida, hoy será un día de aquellos… Punta Cana prepárate que hoy llega la inigualable Clara…>>... convengamos en que siempre ha sido un tanto “rara” por decir lo menos, suele hablar consigo misma todo el tiempo… se reta, se felicita y así… ufff si les contara las tallas que le han sucedido a mi exótica Clarita… 

Se puso el bikini más llamativo que tenía: sostén sin breteles color verde flúor, el que resalta su par de dotes femeninos y los hacen lucir como si fuesen hechos a mano; para quienes la conocen emitirían un jajaja y para los que no, deberían de hacerlo. Una tanga color azul eléctrico cubren sus abultadas pompas. Encima un kimono traslúcido color azul oscuro y unas hawaianas blancas de lo más simple, las que hacen juego con su personalidad. Se mira al espejo y se dice en voz alta <<pero que mina te ves Clara!!>> y se guiña el ojo. <<¿Si yo no me creo el cuento entonces quién?>> se dice así misma mi extravagante Clara.

Toma su bolsa morada Doite, su marca favorita. Aunque debería de andar con un bolso porque  todo el tiempo las costuras de éstos ceden con tantas cosas que acostumbra a llevar. Agarra el bronceador Hawaian Tropic, su infaltable mate con todos sus accesorios (que vaya que pesan), sus cigarrillos, su botella de agua (su mejor amiga) y su libro “El cielo enjaulado”. Piensa un minuto y repasa contando en su mente los siete infaltable. Al darse cuenta que está todo en orden sale raudamente de su habitación rumbo a una de las piscinas. Esta vez decide quedarse en la piscina donde se juega voleibol, sabe que la malla está prácticamente de adorno porque de hecho para lo que menos utilizan la piscina es para jugar.

Hoy quiere tranquilidad para leer uno de los tantos libros que trajo en su pequeña maleta rosada, en la que tuvo que hacer maravillas para traer esa cantidad de ropa que siempre supo que nunca iba a usar, a menos que le saltara la libre. Clara siempre ha creído que hay que estar preparada para la ocasión, ¿no creen?... o ¿es sólo un lema de mi pervertida pero tierna querubina?...

Es una mujer moderna pero sólo en algunos aspectos. En cuanto a tecnología… mmmmm digamos que su mamá es más tecnológica que ella, con eso les digo todo. Su portátil es de esos tan grandes y pesados que a cualquiera le daría vergüenza sacar en público, pero para mi querida Clara eso no es tema, hasta el día de hoy no se ha subido al tren de la moda. Aún no se acostumbra a leer en la tan usada aplicación kindle, como les comente, en este caso Clara es chapada a la antigua, prefiere el papel y el destacador. Sus gustos por la lectura son bastante por decir lo menos peculiares, todo lo relacionado al Erotismo y al Nazismo llama profundamente su atención.

Continuando con la historia porque si no mi querida Clara será conocida en el mundo entero por ser una mente erótica, pervertida y sensual jajaja… si supiera las cosas que hablo de ella, creo que no me dejaría contar nuevamente sus historias, porque digámoslo, Clara es como Yuyito, especialista en pasarle todo lo que al resto de la humanidad no le sucede… En fin… continuamos… Pasa a recoger una toalla, se tiende en una reposera e instala sus cosas en una pequeña mesa ubicada a un costado. Se relaja mientras disfruta de esa exquisita conexión con el sol.                                                                                                                                                    

<<¡Esto sí que es vida!>> exclama mi gozosa Clara mientras se le escapa un profundo suspiro. Su piel entre tostada y rojiza evidencia unos cuantos días de sol y de playa, la misma que acostumbra ser blanca y que la adornan un sinfín de lunares.

Es uno de los días más calurosos de los que ha estado Clara, así es que decide refrescarse en la piscina. Se percata que en las esquina están instalados unos  chorros masajeadores. Camina hacia uno de ellos y acomoda su espalda mientras observa a la people que se encuentra a su alrededor. Para ella siempre ha sido todo un panorama mirar a la personas e imaginarse lo que piensan, lo que conversan, en que andan. Clara es muy observadora y un tanto curiosa. Le llama la atención un tipo que se ha paseado por toda la piscina hablando por teléfono… ¿cómo es que no se le resbala?... inmediatamente piensa -a mí con la mala suerte que tengo ya estaría en el fondo de la piscina haciendo glup glup-.

Justo en medio de la piscina una pareja está muy acaramelada, ella lo abraza por el cuello y él la abraza por la cintura y vaya que cosas… al parecer ella tiene miedo de resbalar porque también se aferra a él con las piernas por entre medio de la cintura jajaja… todo un espectáculo… al parecer a la people no pareciera importarle, sólo a mi indiscreta e irreverente Clara. Siente unas ganas de gritarles -¿Por qué no se van a la pieza?... <<que envidiosa eres Clara>>- Piensa

Se sale de la piscina y acomoda la reposera con visión hacia la swimming bar; para los que no saben que es una swimming bar, les cuento: es una piscina con un bar adentro… demasiado chori!! Muy típico de los Resort All inclusive. Capeas el calor con un copetito en la mano… ¿qué mejor?...

Se pone sus lentes tipo aviadores, se prepara su mate que para su suerte le permitieron pasar por policía internacional; de todas formas tenía preparado un discurso en caso que le pusieran problemas. Ah! y a todo esto el discurso era en Argentino jajaja… Ay Mi Clara!! Ella y sus ocurrencias…  Luego se recuesta  a disfrutar su mate, a pesar de que el calor es insoportable no puede vivir sin él. Todo el tiempo recibe mofas de si se cree Argentina pero como todo se lo toma para el humor sólo contesta: Pues claro… después del quinto choque.   

La vista curiosa se le va inmediatamente a un hombre que va caminando hacia la piscina, luce un corte estilo futbolero, Clara no lo puede creer… El famoso Papi Chulo (personaje del capítulo Clara en un país caliente)… casi le da un infarto!!... Su boca automáticamente se seca, su corazón late a mil por horas, sus músculos se contraen y comienza a temblar. Pareciera ser que es una chica con una gran personalidad… pero no, mi Clarita es tan tímida como una gatita recién nacida. El guapetón camina tan divamente que no hay mujer que no voltee. Viste un short rosado. <<Dios que se ve guapo>> piensa clara. Mira alrededor en busca de su galán, el de rulitos (capítulo Clara en un país caliente), pero no lo encuentra.

Papi chulo comienza a bajar las escaleras de la piscina mientras suena la canción “Eo eo” de Bulova, Kalu Ocho y comienza a bailar. Sus movimientos son total y absolutamente sensuales. Ese short rosado se mueve para allá y para acá, mi curiosa y erótica Clara siente un calor sofocante, no sabe si es por la temperatura del momento o por el baile del chico. <<ufff que calor que me dió>> se dice a sí misma. De pronto siente deseos de tomar un mojito, ella nunca bebe, tal vez “la atmósfera” provocó cierta sed en su interior… perdón!! La sed de beber algo.... Se armó de valor y se dirigió a la piscina. Se sentía tan mina con su bikini verde flúor y azul eléctrico; esos colores hacían resaltar el bronceado que tanto le ha costado. Su tono de piel es tan blanca de esas que al quemarse se torna rojo. Mientras camina se repite a sí misma <<tú puedes Clara, siempre has podido>>, ya se podía imaginar resbalando por las escaleras… <<con la suerte que tengo… de seguro me caigo, se me corre el bikini y me encuentro con un conocido…>> piensa mi trágica Clara.

Y no fue así… llegó sana y salva a la barra. Se sentía fantástica. Le pide a Juan Carlos, uno de los barman, un mojito. Lo toma, agradece y alcanza el último asiento de la barra. Se siente aliviada porque es el asiento que está menos visible. Aunque por otro lado se reta a sí misma, porque ella nunca ha sentido vergüenza de su cuerpo, al contrario… la palabra pudor no está en su diccionario!. Si no fuese por la tecnología Clara andaría en paños menores, a veces desnuda, incluso haría el amor en su balcón. Los kilos de más para Clara son parte de la vida y como en todo, a veces estás arriba y a veces estás abajo; su cuerpo y su mente tienen una excelente memoria… Ay mi Clara… a veces me trae tantos dolores de cabezas… a veces eres tan irreverente… en fin!!

Mira a su alrededor y se percata de dos chicas guapísimas que están tendidas en unas reposeras   que están dentro del agua a un costado del bar tomando un cóctel que por el color pareciera ser un “sex and the beach. Clara pensó <<nadie puede…>>. En  segundos, un par de chicos que también llevan unos cócteles en la mano, las abordan, claramente el flechazo es de inmediato, como he escuchado por ahí “estaban pintando el higo”…

Pero definitivamente lo que a Clara más le llamo la atención fue un pequeño grupo de tercera edad sentados en la barra. Dos hombres: uno de ellos con una avanzada “pelada” y el otro no lo alcanzaba a distinguir porque llevaba puesto un sombrero de esos como si fuese a pescar. Y dos mujeres: ambas de pelo corto y albo. No podía distinguir si eran amigos o pareja, lo que claramente se podía apreciar era que lo estaban pasando divino… las carcajadas iban y venían, mientras los vasos con cócteles disminuían y disminuían. Por un momento Clara pensó en que le encantaría llegar así como esas señoras, disfrutando en una swimming bar en el caribe a esa edad y en bikini??… una maravilla… en ese momento se relajó. Sus imperfecciones las sintió tan perfectas que disfrutó aún más esa experiencia. Sintió que después de eso, los rollos no están en el cuerpo sino en la cabeza.

Ahora sí se siente observada. Mira a su alrededor y choca con la mirada del famoso papi chulo. Él hombre testosteronas (leer Clara en un país caliente), le guiña un ojo, clara se sonroja, se siente cohibida. Cambia de dirección su mirada mientras el hombre de labios besables se acerca a ella. Lo ve de reojo y da un sorbo tan profundo al mojito que ya se siente emborrachada… pero con valor!

Llega donde ella y le dice:

-Nunca había visto a una chica como tú

-¿Una chica como yo?- le dice Clara lanzando una respiración corta, en señal de alivio, al notar que el chico habla español “chilensis”

- Sí.. como tú- le queda fijamente a los ojos mostrando una seguridad única 

-Mmmmm ¿Qué quieres decir?-. Responde sorprendida

-Te he observado desde que estabas en la otra piscina y me pareces de lo más graciosa

-Jajajaja... ¿Graciosa?... pregunta Clara sonriendo

-Así es… ¿Te provoca ir a caminar por la playa?… le dice el chico con cara coqueta

-Bueno, vamos.  Responde Clara, cree que le vendría bien un poco de aire marino

Clara se olvida que está sólo en bikini, al parecer lo peor ya pasó. Atraviesan el corredero que da hacia la playa mientras ella piensa <<no creo que sea más pervertido que yo, ¿y si me encuentro con mi galán?… es sólo un paseo Clara, relájate>>. Su yo interno es tan parlanchina como ella.

Se quedan callados por unos minutos y Clara es la primera en hablar:

-¿Cómo te llamas?- le pregunta y estando a punto de decirle papi chulo… imagínense que pensaría el chico testosteronas…

-Leandro. ¿y tú?- Le responde pasando su mano por el pelo…

-Clara- le contesta mientras piensa en los sensual que luce y se da cuenta que en el fondo no es más que un gatito salvaje.

-¿Y estás sola acá Clara?-

-mmmmm

De pronto pronto aparecen dos policías frente a ellos, quedaron perplejos… imagínense en otro país que se pare frente a ti la policía… Clara de inmediato pensó que el chico era buscado por drogas… ella y sus tragedias…

-Buenas tardes jovencitos, ¿es usted Leandro Santa Cruz?- mientras buscan unos documentos en una carpeta

-Sí, soy yo. ¿Sucede algo?. Responde con un nerviosismo que así como expele testosterona, ahora puede oler el miedo que siente Leandro

-Acompáñenos, sólo queremos hacerle unas preguntas-

-Bueno Clara, lo siento. ¿Quedamos para la tarde?… te busco en el sport bar. Mientras le tira un beso con la mano. Clara piensa <<ni es situaciones estresantes a este hombre se le quita lo lacho… que horror!!>>.

Se llevan a Papi chulo sin darle mayores explicaciones. Clara queda sorprendida aun así continúa su paseo por la playa. Mientras piensa en la mala suerte que tiene. O SEA!!… <<¿a quién le puede pasar que paseando con un chico se lo lleve la policía?… sólo a ti Clara… sólo a ti…>>. dice en voz baja

Pero Clara no sabía que estaba por ocurrir lo mejor… ¿recuerdan al chico de suaves rizos, del grupo de papi chulo?… (capítulo Clara en un país caliente). No lo podrán creer… pero justo frente a ella aparece el chico de barba incipiente y tatuaje en el pecho; ese que Clara quisiera ver muuuuuy de cerca. Esta vez viste un short color azul eléctrico que hace juego con el bikini de mi Yuyito. Se acerca a ella y la mira de forma seductora pero tierna a la vez. En ese momento Clara siente que las piernas le flaquean… mientras piensa y se dice a si misma <<ES ÉL CLARA, ES ÉL… tranquilízate, no te vayas a caer, concéntrate, focalízate, respira…>>… ya frente a frente él le dice:

-Y… ¿Te gustó-

- ¿Qué cosa?- Responde Clara con voz tiritona

-No sabía como hacerlo para que estuvieras sola. Ásí que le pedí ayuda a esos policías-

-¿De verdad hiciste eso sólo para estar conmigo?- contesta sorprendida Clara

-Así es. Quiero conocerte… tu nombre es Clara, ¿verdad?...

jueves, 24 de noviembre de 2022

Capítulo 1: Clara en un país caliente…


Clara, mi querida Clara… como algunos la describen, auténtica, oscilante, indomable, solitaria y de mente erótica…
 
Se sienta en una reposera frente a la playa, en una ciudad alegre, en un país caliente… de fondo se escucha la canción “Danza Kuduro” de Don Omar, uno de sus cantantes favoritos. Disfruta cada palabra de la canción e inevitablemente los años y las historias de la universidad se le vienen a la mente… ufff cuantas historias guarda Clara, muchas de ellas inconfesables…
 
El sol está que arde, Clara siente que poco más y se derrite, aunque de pronto se dibujan nubes en el cielo y un repentino viento sopla a su favor. 
Se aplica bronceador, bebe unos cuantos sorbos de agua. Prepara su mate. Se pone sus gafas y se tiende a disfrutar esa exquisita conexión con el sol, ese delicioso traspaso de energías, energías que su cuerpo le estaba pidiendo a gritos.
 
Sin darse cuenta, Clara se había quedado dormida. Despierta de sopetón, totalmente pérdida, sin saber que mundo habita. Mira a su alrededor, se incorpora nuevamente en ese paradisíaco lugar. Despierta con un calor sofocante, gotas de sudor caen por su frente y otras resbalan por su pecho, se siente absolutamente en llamas y con un tono rojo camarón.

Se sienta en la reposera, bebe el mate que se preparó hace un instante pero ya está frío. Se prepara el segundo mientras un grupo de tres hombres pasa frente a sus ojos. Calcula que tienen entre 35 y 40 años. Uno morenazo, otro de tez Europea y otro más bien trigueño, así como para regodearse pensó Clara….  Cual de todos luce un bronceado más fascinante. Cada uno lleva un trago en la mano, eso es lo que Clara llama “regalo divino”. Al ver tal espectáculo, Clara le da un sorbo al mate tan profundo que la bombilla agarra un calor intenso que quema sus labios, a pesar de eso, no deja de mirar fijamente al grupo de chicos. 
 
Clara sabe que en este preciso momento sus anteojos son sus mejores aliados. Sus ojos se desorbitan, piensa que es demasiada belleza en tan poco espacio y tiempo… Se prepara otro mate, enciende un cigarrillo y da rienda suelta al deleite de sus ojos y sus sentidos… un brillo particular emana de uno de los chicos, a medida que se acercan, se percata que es un pequeño arete que adorna una de las orejas de uno de ellos, el que pareciera ser el topísimo, al que Clara llama el “Papi Chulo”… ese mijito rico que encerraríamos un fin de semana completo y no precisamente a ver series… ese que lo pensaríamos dos veces antes de presentarlo a nuestros padres, que luce ese típico corte de pelo estilo “futbolista” (para los que no sepan es el rapado con el jopo en el medio), unos labios no muy gruesos pero que llaman a besarlos con locura, una barba de tres días que lo hace parecer totalmente seductor… –no seas libidinosa Clara- se dice así misma.
Lo continúa mirando mientras éste acomoda la reposera para tener la mejor ubicación. Se muerde el labio mientras mira su tonificado cuerpo, queda fascinada con el tono de piel de este hombre, lo siente tan macho, tan varonil, siente que suda testosterona… Su cara es angulosa estilo Jamie Dornan, protagonista de las 50 sombras de Grey –“Dios que sexy” piensa Clara-, su úvula palatina es prominente, para la people “la campana de Adán” –que detalle más exquisito, siente ganas de morderla- piensa Clara, pasaron muchos pensamientos impuros por su mente. Tenía una forma de caminar absolutamente de divo… Un aquí te las traigo Peter de tomo y lomo!!… Justo frente a él, camina una chica en un bikini color negro, con un cuerpo escultural, él no dejó de mirarla hasta que se alejó, claramente es el típico jote que todas las micros le sirven, piensa mi querida y erótica Clara. El chico acomoda su maravillosa humanidad en la reposera y sonríe mientras conversa con otro chico que no para de reírse. Clara quisiera saber que conversan, es un poco curiosa, siempre quiere saberlo todo, se da cuenta que el prospecto “papi chulo” no para de reir con lo que les está contando el otro chico, quién tiene un rostro muy expresivo, que invita a reir, que claramente es el alma de fiesta, él que Clara llama “el cara de chiste”… el que siempre anda con una sonrisa en el rostro. A diferencia de los otros usa un gorro bien fashion color blanco con una cinta negra alrededor y  unos lentes tipo aviador. Usa una guayabera blanca con diseño de hojas en tonos azules claros y un traje de baño blanco, sólo alguien como él le puede quedar bien un bañador blanco pensó Clara, y vaya que bien le queda, lo rellena completito, de pé a pá… Clara y sus pensamientos pervertidos…
En su mano derecha lleva un trago que pareciera ser una piña colada y en su mano izquierda unas sandalias clásicas color negro. Se sienta en la arena y bebe su piña colada mientras no deja de sonreír. No pareciera ser de los hombres jotes pensó Clara, si parecería ser el hombre con el que nunca te aburrirías. En un descuido, el chico cara de toni se escabulle, le quita el vaso a otro de los chicos y se lo bebe, todos se ríen en señal de que debes volver al bar a pedir otro. 

“Ayyyy Dios como que me va a dar algo” pensó Clara… su vista se clava en el chico de suaves rizos, que usa una barba al estilo según la jerga de la barbería “barba short boxed” (barba incipiente), Clara cree que ese corte es el más sexy que puede usar un hombre. Se siente intranquila, un poco incómoda, tal ves observada, se prepara otro mate, el alivio y lo que la hace sentir invisible son sus gafas.
El chico camina hacia el bar y ella no deja de mirarlo. Su cuerpo es robusto no tonificado, pero esos que te abrazan y sientes que tus problemas desaparecen. Se pone sus anteojos clásicos ray ban con borde negro. Mientras pide el trago ve en acción sus carnosos labios, esos labios que en movimiento te llevan al cielo pensó Clara. Su vista recorre cada rincón de su parte trasera. Tiene un pequeño tatuaje en la parte posterior del cuello. Viste un traje de baño color calipso que hace juego perfecto con su tostado fascinante. Tiene puesto un jockey a azul con un logo blanco. Su brazo derecho está adornado de un sin fin de tatuajes, a Clara no le agradan del todo pero en él cree que lucen demasiado sexy. Vuelve a imaginarse un abrazo de este enigmático hombre. Ya con el vaso nuevamente en la mano, regresa donde los amigos. Ahora tiene vista de frente, según Clara es aún mejor!! En su torso se dibuja un tatuaje, el que Clara quisiera tocar, incluso ver muuuuuy de cerca. Su vista continúa bajando hasta su ombligo, cree que es hermoso!!… Calma Clara, Calma!! Gobiérnate!! Dice en voz baja. 
Lo sigue viendo con la boca abierta, no podía creer que tanta belleza estuviera frente a ella, pensaba hasta sus pies son perfectos… quién tiene pies perfectos????… sólo él dice en voz baja.

De repente escucha a lo lejos ¿masaje?… mueve de lado a lado la cabeza y se da cuenta que se había quedado dormida y que todo había sido un sueño… Su cuerpo está cubierto en sudor. Mira hacia el mar y divisa tres chicos: un morenazo, un tez Europeo y un trigueño… cual de todos más guapo y con un bronceado fascinante… clara frunce el ceño, sonríe de manera picarona y se muerde el labio…

lunes, 12 de septiembre de 2022

Querer es cuidar: así de simple, así de profundo

Mientras escucho la canción de Alexander Pires, “En el silencio negro de la noche” una lágrima cae por mi mejilla…

Tarde o temprano, la chica que ha vivido toda su vida vestida con una armadura, se desnuda. Su cuerpo y corazón sienten el dolor de todos los golpes que su armadura ha recibido.

Te quise… ¿Sabes cómo lo sé?… porque ese día que decidiste alejarte de mí, até mi garganta, sellé mis ojos e hice mi mayor esfuerzo para que no notaras lo triste que estaba en ese momento… quise cargar con tu angustia y preferí decirte que todo estaba bien, abrazarte, acariciarte, incluso intentar sacarte una sonrisa. Sentirte aliviado para mí en ese momento era el mejor regalo que me podías dar.

Esa noche y como siempre lo hacía, y que a ti te causaba mucha curiosidad, te acaricié tanto, dibujaba mapas por todo tu rostro, me mirabas de reojo y te sonreías, no podías entender como no me aburría. Yo sentía que cada caricia que te hacía curaba tus heridas, caricias que no solías recibir y que al principio fuiste bastante reacio, después ya te entregaste y te convertiste en mi peluche.

No quería que el tiempo pasara, sabía que inevitablemente se acercaba la despedida y vaya que triste son esas despedidas cuando sabes que son para siempre… te abracé para impregnarme de tu olor y grabarme cada rincón de tu cuerpo, el que para mí era perfecto, el que me encantaba pellizcar y tú tanto te molestabas.

Recuerdo despertar a media noche y preguntarme ¿“esto es real? ¿es una pesadilla?”... Y así la tristeza me invadía. Quería estar sola y llorar; pero también quería aprovechar las últimas horas que tenía a tu lado.

Esa eterna noche, recordé cada palabra de aquella conversación, y se me vino a la mente cuando me preguntaste porque quería estar contigo, me sentí tan nerviosa que no tuve más palabras para decirte: -porque te quiero y me siento libre cuando estoy contigo-. Pero  luego me acordé de la frase “No es lo que siento por ti, es lo que no siento por nadie más”… y claro, como no, si contigo sentí que nada me iba a pasar. Que si algo necesitaba tú estarías ahí para resolverlo. Que para ti no existían imposibles. Por primera vez sentí que alguien me cuidaba, que se preocupaba de mi salud física y mental. Que hacía sacrificios sólo por verme sonreír. Sentí que al fin había encontrado lo que tanto tiempo esperé…

Como amaba llegar a casa y ver todo diferente a como lo dejaba… era un desorden maravilloso… era vida en mi hogar… así lo veía… prefería mil veces tener cargadores sobre la mesa, cojines desordenados, loza sucia adornando la cocina, pero llegar, ver tu auto junto al mío, que la cerradura no tuviese doble vuelta, entrar y verte… era una felicidad tremenda… ver como disfrutabas cada cosa que compraba para que mi casa fuese el lugar donde siempre quisieras estar y el que extrañaras cada vez que estuvieras lejos.

Tal vez tú no te admiras, pero yo lo hago intensamente… lo hago porque eres igual que yo, hemos caminado por los mismos senderos, hemos pasado infinitas dificultados y yo me admiro a mí misma. Creo que tú madre y tu padre no pudieron haber creado un ser tan perfecto e imperfecto a la vez, tan amoroso pero tan chúcaro a la vez.

Quería defenderte de todo, incluso de algo tan insignificante como los zancudos… te veía dormir junto a mí tan deliciosamente que sentía la necesidad de cuidar tu sueño. Quería cuidarte del frío; incluso compré una estufa para que no lo padecieras. Quería que compartieras tus angustias, tus demonios conmigo, no quería que nada ni nadie te lastimara. Yo sentía que así como tú eras mi salvador, yo podía ser la tuya. Que podíamos ser un tremendo equipo… tú sacabas el jugo de naranja... yo preparaba los café… tú decías upa… yo decía chalupa…

Y si me preguntas, si hubiese estado dispuesta a recibir más balas por ti, por salvarte a ti… definitivamente lo hubiese hecho una y mil veces… pese a todo y si tuviera que escoger, no me arrepiento de haber entrado en un torbellino como lo hice, ese exquisito torbellino de ojos color miel…

 

“La importancia en una relación no radica en la cantidad de tiempo que se conocen, sino en el tiempo que deseas seguir conociendo a la otra persona” -Brenda Ramírez-

“Querer implica tener la valentía de abrazar el caos de alguien" -Cristian Meléndez-




miércoles, 31 de agosto de 2022

Un Ángel llamado Chico


Recuerdo ese 18 de Febrero de 2021 como si fuese ayer… ese día tuvimos que realizarle la eutanasia a nuestro querido perrito “El Chico”; y recuerdo aún más las palabras que mi hermana Pau le repetía: “Cumplí la promesa que te hice mi niño… te dije que no dejaría que sufrieras”… mientras su mascarilla se empapaba de lágrimas y sus lentes se empañaban de dolor. Ese día, mi familia y yo pasamos por uno de los peores momentos de nuestras vidas: la muerte de nuestra querida mascota, aunque no fuiste una, siempre fuiste un integrante más en la familia.

Recuerdo su cuerpo frágil, su diente coqueto (para los que vieron la película “Olé el viaje de Ferdinan”, es como Lupe, la cabra) y su mirada perdida, momentos antes de que su corazoncito dejase de latir… compartimos 17 años, los que para nosotros fueron como un suspiro, espero que para él también lo hayan sido.

Tal vez nunca lo supo, pero llegó para salvar vidas, para llenar espacios, para alegrarnos, su sola presencia sacaba carcajadas y para que decir su compañía, esa compañía que en momentos de tristezas eran el mejor consuelo…


Nos hubiese gustado darle una despedida como se lo merecía, pero no nos dió tiempo… llevaba dos días decaído y esa mañana que pasé a saludarlo estaba escondido en medio de dos maceteros «dicen que cuando los perritos se esconden de sus amos es porque no quieren que los vean morir» fue lo primero que se me vino a la mente. Ese día no salió ladrando ni corrió a saludarme como siempre lo hacía. Se quedó recostado apoyando su cabeza en sus patitas, presentí que la vida de nuestro Chico estaba llegando a su fin. Me acerqué poco a poco para no asustarlo pero no se movió. Le grité y aun así no reaccionó. Rápidamente llamé a mi hermana, lo tomó, pero su cabecita cayó por entre sus brazos… por unos segundos pensé lo peor… milagrosamente su corazoncito aún palpitaba.

 

Mi hermana entre lágrimas y desesperación, decidió llevarlo al veterinario. Las cuatro cuadras hasta la clínica fueron una eternidad. Lo atendieron casi de inmediato. El diagnóstico fue categórico: parvovirus fulminante… la doctora nos dió dos opciones: realizar la eutanasia o dejarlo hospitalizado y esperar una muerte natural sin saber cuanto podría llegar a sufrir… ya de sólo escuchar las palabras parvovirus y eutanasia un aire frío recorrió mi cuerpo… en esos segundos mi mente divagaba… como nuestro Chico, el perrito más inteligente e invencible del mundo, podía estar en esta situación… no lo podía creer… mientras corrían las lágrimas por mis mejillas, porque sabía perfectamente la decisión que tomaría mi hermana, para ella el amor es parte del dejar ir y para quienes la conocen saben el amor inmenso que ella siento por sus tres hijos perrunos.



Yo sentía que te faltaba tanto por vivir… tantos palitos por comer, tantos paseos, tantos punteos a tu osito regalón, jugueteos con las mosqueteras, risas y amor por entregarnos... Quisimos estrujarte hasta el último… fuiste tan perfecto Chico, tu alma era pura, humilde, tus ojos transmitían tanto, no tenías sólo la típica mirada “tierna” de un perrito, la tuya transmitía paz, sabiduría y una calma inusual… 


Vuelvo en sí mientras escucho a mi hermana decir –Ya doctora, es la promesa que le hice a mi niño, procesa- mientras todos llorábamos… porque a pesar de que sabíamos que era lo mejor para él, eso justamente no es un consuelo, la pena nos invadía. Los recuerdos afloran en ese momento.. los más bellos: como odiabas viajar en auto, no dejabas de jadear (como lo odiábamos pero que hoy daríamos todo por sentirlo sólo un minuto). Comías helado de los del Alex, un lengüetazo para ti y otro para mí. Cuando llegabas al negocio con tu caminar tan de divo y todos te saludaban como si fueses el dueño. El diente coqueto que de ninguna forma podías ocultar. Lo lento que comías, nos desesperabas, las niñas terminaban y tu a los 10 minutos lo hacías recién. Como te gustaba que te rascáramos la oreja... lo disfrutabas!!. Pero verte en la camilla tan indefenso nos partía el corazón. Luego que le aplicaron unas inyecciones, nuestros chico se iba apagando poco a poco… todos le tomamos una manito o una patita, su corazoncito latía cada vez más lento, su cuerpo se empapaba de nuestras lágrimas, lo colmamos de besitos, y le repetimos una y mil veces cuanto lo amamos y cuan feliz nos hizo, que estaríamos bien, que siempre lo recordaríamos, que cuidaríamos a sus niñas, que cumplió con creces su misión en la tierra y que al mirar el cielo la estrella más brillante sería él… Nuestro pequeñin quedó enterradito junto a su osito regalón en casa de mi madre.



El famoso “Chico”, conocido en Ovalle entero era todo un personaje, incluso llegaron a confundirlo con el perrito de Lipigas. En la calle más de una vez escuchamos decir “mira el perrito de Lipigas”; hasta foto nos pidieron con el joven chico. Era todo un divo… mi hermana le tenía un closet. Desde  chaqueta Harley Davidson, bata de levantarse, pijama, traje de huaso, polerón Adidas, hasta zapatillas, cosas que hace 20 años eran impensables, aunque no para nuestro chicuelo, aunque debo reconocer que las detestaba pero que a nosotros nos causaba tanta gracia, y a pesar de sus genes tan poco “agraciados” se veía todo un caballero… posaba como ningún otro… único en su especie…






Tenía toda una rutina cuando vivía en Ovalle, en las mañana bajaba con mi mamá a Gonart a “trabajar” con ella, a veces se quedaba en su oficina o se iba al empaque con las niñas. A media mañana había que sacarlo a pasear para que hiciera sus “necesidades” para seguir trabajando, mi mamá decía que su labor en el negocio era de “guardia de seguridad”, la verdad no sé a quién podría haber espantado pero bueno… dejémoslo así.  Y en las tardes iba a sus tardes recreativas con la amiga “Flor”, nieta de una amiga de la familia. Así que con su chofer y auto personal, el joven Chico emprendía todos los días rumbo a la casa de “Flor” a pasar la tarde y mi mamá lo pasaba a buscar luego que cerraba el negocio. Vida social no le faltaba al Chico.

¿Estás por ahí Chico?... quería que supieras un par de cosas para que veas la huella que dejaste en mi corazón… ¿Sabes cuánto ayudaste a mi hermana?... ¿recuerdas cuando le detectaron cáncer de piel y estábamos todos devastados?, tú te fuiste a vivir con nosotros a Santiago, fuiste lo mejor que le pudiste pasar a ella en ese momento (obvio que a mí también)… fuiste su fiel compañero, su motivación, prácticamente su hijo, le diste el consuelo, fuiste la terapia que tal vez ninguno de nosotros hubiese podido darle, y ¿sabes chico?... eso te lo estaré eternamente agradecida… me imagino que desde el cielo la sigues cuidando y también me imagino que Dios te cuenta que ya está mejor, que desde ya hace un tiempo está dada de alta y que tenemos Pau para rato!!!!... GRANDE CHICO!!!!

Te quiero agradecer otro gran regalo que me diste y que cambió mi vida por completo… tu hija Julieta… alias “Gorda Yuli”. Gracias al descuido de tu primera mamá y que tu bien supiste aprovechar, saliste con ooooocho domingo siete, y uno de ellos fue mi negra sexy… así como tú fuiste un pilar fundamental en la Pau, Julieta lo fue para mí. La razón de estar de ustedes con nosotros, fue salvarnos... salvarnos y llenarnos la vida de alegría, risas, lengüetazos, paseos y de amor.


¿Sabías que lograste un milagro inesperado?… mi mamá y mi papá aceptaron tener a un perrito viviendo dentro de la casa!!... así como lo oyes… De cientos de perritos que hemos tenido tú fuiste el primero que tuvo ese privilegio, aunque tú misión era otra, tu debías ser el “timbre” en la casa, si escuchabas ruidos debías ladrar para que los perros grandes te siguieran, pero no! tenías que darnos pena y no pasó de la primera noche cuando con mis hermanos te acogimos en una de las piezas y de ahí no te sacamos más. Eras tan pequeñito, que por eso te llamamos “Chico”. Ya ni recuerdo cómo fue que mis papás aceptaron que te dejáramos viviendo dentro, creo que fue porque eras tan humilde, tan gracioso y educado que no había quién no te amara, si hasta podías ir a comer con nosotros y te quedabas muy sentadito en una de las sillas con tu perita apoyada en la mesa… eras una belleza!! Como decía mi mamá… ¡taaan beeeello, quién lo hizo tan beeello!....


¿Te acuerdas que la Pau te daba de almuerzo osobuco?, pero tenía que ser con la médula revuelta, sino no te lo comías, olorosabas la comida y quedabas mirando. Viste Chico que revolucionaste nuestras vidas?... tan re Chico y tantos cambios que hiciste, ahora las niñas (Julieta y Antonia) gozan de todos esos privilegios, no sabemos si te extrañan, o si te extrañaron alguna vez, pero estoy segura que cuando fueron los tres mosqueteros fueron felices, se amaron, se cuidaron y sin duda tú fuiste el mejor compañero que la vida les pudo dar.


¿Te cuento algo?, Hice un retrato tuyo y de las niñas (Julieta y Antonia), y está justo en la mejor pared de mi hogar, lo mínimo que se merece una cosita tan top como tú! Y lo último que quiero que sepas Chico es que fue un honor haberte tenido entre nosotros, que siempre pero siempre te añoraremos pero te recordaremos con una gran sonrisa y que te amaremos con todo nuestro corazón…


"El único defecto de los perros es que sus vidas son demasiado cortas."

                                        Agnes Sligh Turnbull