lunes, 12 de diciembre de 2022

Capítulo 2: Clara en una swimming bar

Es un día de noviembre y Clara despertó feliz, aunque no pasó una de sus mejores noches se dice a si misma: <<querida, hoy será un día de aquellos… Punta Cana prepárate que hoy llega la inigualable Clara…>>... convengamos en que siempre ha sido un tanto “rara” por decir lo menos, suele hablar consigo misma todo el tiempo… se reta, se felicita y así… ufff si les contara las tallas que le han sucedido a mi exótica Clarita… 

Se puso el bikini más llamativo que tenía: sostén sin breteles color verde flúor, el que resalta su par de dotes femeninos y los hacen lucir como si fuesen hechos a mano; para quienes la conocen emitirían un jajaja y para los que no, deberían de hacerlo. Una tanga color azul eléctrico cubren sus abultadas pompas. Encima un kimono traslúcido color azul oscuro y unas hawaianas blancas de lo más simple, las que hacen juego con su personalidad. Se mira al espejo y se dice en voz alta <<pero que mina te ves Clara!!>> y se guiña el ojo. <<¿Si yo no me creo el cuento entonces quién?>> se dice así misma mi extravagante Clara.

Toma su bolsa morada Doite, su marca favorita. Aunque debería de andar con un bolso porque  todo el tiempo las costuras de éstos ceden con tantas cosas que acostumbra a llevar. Agarra el bronceador Hawaian Tropic, su infaltable mate con todos sus accesorios (que vaya que pesan), sus cigarrillos, su botella de agua (su mejor amiga) y su libro “El cielo enjaulado”. Piensa un minuto y repasa contando en su mente los siete infaltable. Al darse cuenta que está todo en orden sale raudamente de su habitación rumbo a una de las piscinas. Esta vez decide quedarse en la piscina donde se juega voleibol, sabe que la malla está prácticamente de adorno porque de hecho para lo que menos utilizan la piscina es para jugar.

Hoy quiere tranquilidad para leer uno de los tantos libros que trajo en su pequeña maleta rosada, en la que tuvo que hacer maravillas para traer esa cantidad de ropa que siempre supo que nunca iba a usar, a menos que le saltara la libre. Clara siempre ha creído que hay que estar preparada para la ocasión, ¿no creen?... o ¿es sólo un lema de mi pervertida pero tierna querubina?...

Es una mujer moderna pero sólo en algunos aspectos. En cuanto a tecnología… mmmmm digamos que su mamá es más tecnológica que ella, con eso les digo todo. Su portátil es de esos tan grandes y pesados que a cualquiera le daría vergüenza sacar en público, pero para mi querida Clara eso no es tema, hasta el día de hoy no se ha subido al tren de la moda. Aún no se acostumbra a leer en la tan usada aplicación kindle, como les comente, en este caso Clara es chapada a la antigua, prefiere el papel y el destacador. Sus gustos por la lectura son bastante por decir lo menos peculiares, todo lo relacionado al Erotismo y al Nazismo llama profundamente su atención.

Continuando con la historia porque si no mi querida Clara será conocida en el mundo entero por ser una mente erótica, pervertida y sensual jajaja… si supiera las cosas que hablo de ella, creo que no me dejaría contar nuevamente sus historias, porque digámoslo, Clara es como Yuyito, especialista en pasarle todo lo que al resto de la humanidad no le sucede… En fin… continuamos… Pasa a recoger una toalla, se tiende en una reposera e instala sus cosas en una pequeña mesa ubicada a un costado. Se relaja mientras disfruta de esa exquisita conexión con el sol.                                                                                                                                                    

<<¡Esto sí que es vida!>> exclama mi gozosa Clara mientras se le escapa un profundo suspiro. Su piel entre tostada y rojiza evidencia unos cuantos días de sol y de playa, la misma que acostumbra ser blanca y que la adornan un sinfín de lunares.

Es uno de los días más calurosos de los que ha estado Clara, así es que decide refrescarse en la piscina. Se percata que en las esquina están instalados unos  chorros masajeadores. Camina hacia uno de ellos y acomoda su espalda mientras observa a la people que se encuentra a su alrededor. Para ella siempre ha sido todo un panorama mirar a la personas e imaginarse lo que piensan, lo que conversan, en que andan. Clara es muy observadora y un tanto curiosa. Le llama la atención un tipo que se ha paseado por toda la piscina hablando por teléfono… ¿cómo es que no se le resbala?... inmediatamente piensa -a mí con la mala suerte que tengo ya estaría en el fondo de la piscina haciendo glup glup-.

Justo en medio de la piscina una pareja está muy acaramelada, ella lo abraza por el cuello y él la abraza por la cintura y vaya que cosas… al parecer ella tiene miedo de resbalar porque también se aferra a él con las piernas por entre medio de la cintura jajaja… todo un espectáculo… al parecer a la people no pareciera importarle, sólo a mi indiscreta e irreverente Clara. Siente unas ganas de gritarles -¿Por qué no se van a la pieza?... <<que envidiosa eres Clara>>- Piensa

Se sale de la piscina y acomoda la reposera con visión hacia la swimming bar; para los que no saben que es una swimming bar, les cuento: es una piscina con un bar adentro… demasiado chori!! Muy típico de los Resort All inclusive. Capeas el calor con un copetito en la mano… ¿qué mejor?...

Se pone sus lentes tipo aviadores, se prepara su mate que para su suerte le permitieron pasar por policía internacional; de todas formas tenía preparado un discurso en caso que le pusieran problemas. Ah! y a todo esto el discurso era en Argentino jajaja… Ay Mi Clara!! Ella y sus ocurrencias…  Luego se recuesta  a disfrutar su mate, a pesar de que el calor es insoportable no puede vivir sin él. Todo el tiempo recibe mofas de si se cree Argentina pero como todo se lo toma para el humor sólo contesta: Pues claro… después del quinto choque.   

La vista curiosa se le va inmediatamente a un hombre que va caminando hacia la piscina, luce un corte estilo futbolero, Clara no lo puede creer… El famoso Papi Chulo (personaje del capítulo Clara en un país caliente)… casi le da un infarto!!... Su boca automáticamente se seca, su corazón late a mil por horas, sus músculos se contraen y comienza a temblar. Pareciera ser que es una chica con una gran personalidad… pero no, mi Clarita es tan tímida como una gatita recién nacida. El guapetón camina tan divamente que no hay mujer que no voltee. Viste un short rosado. <<Dios que se ve guapo>> piensa clara. Mira alrededor en busca de su galán, el de rulitos (capítulo Clara en un país caliente), pero no lo encuentra.

Papi chulo comienza a bajar las escaleras de la piscina mientras suena la canción “Eo eo” de Bulova, Kalu Ocho y comienza a bailar. Sus movimientos son total y absolutamente sensuales. Ese short rosado se mueve para allá y para acá, mi curiosa y erótica Clara siente un calor sofocante, no sabe si es por la temperatura del momento o por el baile del chico. <<ufff que calor que me dió>> se dice a sí misma. De pronto siente deseos de tomar un mojito, ella nunca bebe, tal vez “la atmósfera” provocó cierta sed en su interior… perdón!! La sed de beber algo.... Se armó de valor y se dirigió a la piscina. Se sentía tan mina con su bikini verde flúor y azul eléctrico; esos colores hacían resaltar el bronceado que tanto le ha costado. Su tono de piel es tan blanca de esas que al quemarse se torna rojo. Mientras camina se repite a sí misma <<tú puedes Clara, siempre has podido>>, ya se podía imaginar resbalando por las escaleras… <<con la suerte que tengo… de seguro me caigo, se me corre el bikini y me encuentro con un conocido…>> piensa mi trágica Clara.

Y no fue así… llegó sana y salva a la barra. Se sentía fantástica. Le pide a Juan Carlos, uno de los barman, un mojito. Lo toma, agradece y alcanza el último asiento de la barra. Se siente aliviada porque es el asiento que está menos visible. Aunque por otro lado se reta a sí misma, porque ella nunca ha sentido vergüenza de su cuerpo, al contrario… la palabra pudor no está en su diccionario!. Si no fuese por la tecnología Clara andaría en paños menores, a veces desnuda, incluso haría el amor en su balcón. Los kilos de más para Clara son parte de la vida y como en todo, a veces estás arriba y a veces estás abajo; su cuerpo y su mente tienen una excelente memoria… Ay mi Clara… a veces me trae tantos dolores de cabezas… a veces eres tan irreverente… en fin!!

Mira a su alrededor y se percata de dos chicas guapísimas que están tendidas en unas reposeras   que están dentro del agua a un costado del bar tomando un cóctel que por el color pareciera ser un “sex and the beach. Clara pensó <<nadie puede…>>. En  segundos, un par de chicos que también llevan unos cócteles en la mano, las abordan, claramente el flechazo es de inmediato, como he escuchado por ahí “estaban pintando el higo”…

Pero definitivamente lo que a Clara más le llamo la atención fue un pequeño grupo de tercera edad sentados en la barra. Dos hombres: uno de ellos con una avanzada “pelada” y el otro no lo alcanzaba a distinguir porque llevaba puesto un sombrero de esos como si fuese a pescar. Y dos mujeres: ambas de pelo corto y albo. No podía distinguir si eran amigos o pareja, lo que claramente se podía apreciar era que lo estaban pasando divino… las carcajadas iban y venían, mientras los vasos con cócteles disminuían y disminuían. Por un momento Clara pensó en que le encantaría llegar así como esas señoras, disfrutando en una swimming bar en el caribe a esa edad y en bikini??… una maravilla… en ese momento se relajó. Sus imperfecciones las sintió tan perfectas que disfrutó aún más esa experiencia. Sintió que después de eso, los rollos no están en el cuerpo sino en la cabeza.

Ahora sí se siente observada. Mira a su alrededor y choca con la mirada del famoso papi chulo. Él hombre testosteronas (leer Clara en un país caliente), le guiña un ojo, clara se sonroja, se siente cohibida. Cambia de dirección su mirada mientras el hombre de labios besables se acerca a ella. Lo ve de reojo y da un sorbo tan profundo al mojito que ya se siente emborrachada… pero con valor!

Llega donde ella y le dice:

-Nunca había visto a una chica como tú

-¿Una chica como yo?- le dice Clara lanzando una respiración corta, en señal de alivio, al notar que el chico habla español “chilensis”

- Sí.. como tú- le queda fijamente a los ojos mostrando una seguridad única 

-Mmmmm ¿Qué quieres decir?-. Responde sorprendida

-Te he observado desde que estabas en la otra piscina y me pareces de lo más graciosa

-Jajajaja... ¿Graciosa?... pregunta Clara sonriendo

-Así es… ¿Te provoca ir a caminar por la playa?… le dice el chico con cara coqueta

-Bueno, vamos.  Responde Clara, cree que le vendría bien un poco de aire marino

Clara se olvida que está sólo en bikini, al parecer lo peor ya pasó. Atraviesan el corredero que da hacia la playa mientras ella piensa <<no creo que sea más pervertido que yo, ¿y si me encuentro con mi galán?… es sólo un paseo Clara, relájate>>. Su yo interno es tan parlanchina como ella.

Se quedan callados por unos minutos y Clara es la primera en hablar:

-¿Cómo te llamas?- le pregunta y estando a punto de decirle papi chulo… imagínense que pensaría el chico testosteronas…

-Leandro. ¿y tú?- Le responde pasando su mano por el pelo…

-Clara- le contesta mientras piensa en los sensual que luce y se da cuenta que en el fondo no es más que un gatito salvaje.

-¿Y estás sola acá Clara?-

-mmmmm

De pronto pronto aparecen dos policías frente a ellos, quedaron perplejos… imagínense en otro país que se pare frente a ti la policía… Clara de inmediato pensó que el chico era buscado por drogas… ella y sus tragedias…

-Buenas tardes jovencitos, ¿es usted Leandro Santa Cruz?- mientras buscan unos documentos en una carpeta

-Sí, soy yo. ¿Sucede algo?. Responde con un nerviosismo que así como expele testosterona, ahora puede oler el miedo que siente Leandro

-Acompáñenos, sólo queremos hacerle unas preguntas-

-Bueno Clara, lo siento. ¿Quedamos para la tarde?… te busco en el sport bar. Mientras le tira un beso con la mano. Clara piensa <<ni es situaciones estresantes a este hombre se le quita lo lacho… que horror!!>>.

Se llevan a Papi chulo sin darle mayores explicaciones. Clara queda sorprendida aun así continúa su paseo por la playa. Mientras piensa en la mala suerte que tiene. O SEA!!… <<¿a quién le puede pasar que paseando con un chico se lo lleve la policía?… sólo a ti Clara… sólo a ti…>>. dice en voz baja

Pero Clara no sabía que estaba por ocurrir lo mejor… ¿recuerdan al chico de suaves rizos, del grupo de papi chulo?… (capítulo Clara en un país caliente). No lo podrán creer… pero justo frente a ella aparece el chico de barba incipiente y tatuaje en el pecho; ese que Clara quisiera ver muuuuuy de cerca. Esta vez viste un short color azul eléctrico que hace juego con el bikini de mi Yuyito. Se acerca a ella y la mira de forma seductora pero tierna a la vez. En ese momento Clara siente que las piernas le flaquean… mientras piensa y se dice a si misma <<ES ÉL CLARA, ES ÉL… tranquilízate, no te vayas a caer, concéntrate, focalízate, respira…>>… ya frente a frente él le dice:

-Y… ¿Te gustó-

- ¿Qué cosa?- Responde Clara con voz tiritona

-No sabía como hacerlo para que estuvieras sola. Ásí que le pedí ayuda a esos policías-

-¿De verdad hiciste eso sólo para estar conmigo?- contesta sorprendida Clara

-Así es. Quiero conocerte… tu nombre es Clara, ¿verdad?...

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