lunes, 22 de junio de 2020

Psicoterapia en tiempos de pandemia…


En estos últimos meses, el mundo se ha visto enfrentado a una crisis sanitaria que no se veía hace casi  cien años, cuando apareció la gripe española matando entre los años 1918 y 1920 a más de 40 millones de personas en el mundo y a más de 43 mil en nuestro país. 
Esta crisis sanitaria más conocido como Coronavirus (así se le denomina a la enfermedad y Covid-19 al virus), ha hecho que las vidas y las rutinas se vean afectadas generando en algunos casos, patologías psicológicas en la sociedad.

Según cifras entregadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre un 3% y un 4% de la población, puede sufrir trastornos severos a raíz del Covid-19, en tanto entre un 15% y un 20% podrían padecer trastornos leves a moderados.


Cuando el Coronavirus llegó a Chile el día 1 de Marzo, yo estaba aún internada, incluso recuerdo que para mí y mis compañer@s no era tema, de hecho todos sufríamos por el inminente estallido social el cual comenzó el 18 de Octubre del 2019. Pero la cosa no fue así de simple como lo percibíamos, hoy por hoy, está más que claro que no era un "temita", sino más bien un temón. 

Esta historia comienza el día miércoles 4 de marzo de este año, cuando me dieron el alta en la clínica y retomé mi vida… Las indicaciones de la psiquiatra fueron claras, tenía que comenzar una terapia con un psicoterapeuta, para complementar el uso de fármacos 💊 y así continuar con el proceso.

Me pregunté para que necesitaría otro especialista, si con psiquiatra y psicóloga según yo, era más que suficiente. Así que antes de pedir una cita, me dispuse a investigar en internet la diferencia entre Psiquiatra, Psicólogo, Psicoterapeuta, para saber porque la doctora de la clínica me estaba derivando a un psicoterapeuta; y encontré lo siguiente: el primero es un doctor en medicina especializado en el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades mentales (prescribe y regula el tema de los fármacos).
El psicólogo por su parte, es especialista en el comportamiento humano, que utiliza técnicas de evaluación psicológica para ayudarnos a conocernos mejor. En palabras simples, es quien nos guía, apoya y aconseja, es lo que se conoce como "mirarnos al espejo" (yo le llamo un “mejor amigo”).
Finalmente, el psicoterapeuta además de ser un espejo, es quien se ocupa de tratar (no es sólo escuchar) personas con problemas psicológicos, ayuda a enfrentar los diferentes problemas de la vida, como por ejemplo: los complejos, las rupturas amorosas, las fobias, traumas, entre otros. El objetivo es modificar los patrones emocionales y re significarlos (darle una nueva significación a un acontecimiento o a una conducta). 
En mi caso, tuve una experiencia traumática a los 16 años, en ese momento mi consuelo fue el chocolate (un arma destructiva cuando lo comes en exceso, estamos hablando de medio kilo diario), entonces la idea era re significar la emoción que me produjo ese hecho, lo pueda transformar en pendando que nos ha servido como un gran aprendizaje y poder canalizarlo sanamente, por ejemplo: a través del ejercicio. 
En resumen, un psiquiatra te diagnostica y te medica; el psicólogo te muestra quien eres y los caminos que podrías escoger, y  la psicoterapeuta es con quien enfrentas los problemas y aprendes a darle un nuevo y positivo significado a los hechos. (en mi caso tengo por un lado a una psiquiatra y por el otro dos psicólogos, uno clínica y una psicoterapeuta).


Después de aclarar mi duda, empecé a buscar esta especialidad en mi ciudad. Pensé que sería difícil porque la ciudad no supera los 100 mil habitantes. Al comentarle a mi hermano, me dice que hay una psicoterapeuta que es excelente y que atiende en la ciudad, así que él mismo llamó y me agendó una hora.

Recuerdo ese día martes 10 de Marzo, estar en el centro médico repleto de gente, olores, bullicio y yo paseándome por toda la sala de espera. Hasta que a eso de las 12:30 me llama la psicoterapeuta (a quien llamaremos Soledad) a la consulta. La primera sesión no fue de todo mi agrado, comenzar a contar todo desde cero, no me agradaba en lo absoluto, considerando la infinidad de veces que ya lo he hecho. Imagínense resumir casi dos décadas en una sesión... era una tarea titánica. 

Me pasó algo divertido ese día. Cuando le conté a Soledad que venía saliendo de una clínica psiquiátrica, sentí que me miraba con una cara extraña, no podría decir específicamente como, pero me daba la sensación de que no quiso contradecirme o hacerme enojar. En una de esas pensó que podía estar frente a  una loca de patio que en cualquier momento la podía atacar jajajajaja. Efectivamente, yo me sentía como se dice "saltona", un poco agresiva o como dicen "pastito seco", Ahora viéndolo de otra perspectiva, creo que esas emociones pueden haber aflorado a raíz del "trauma" que genera salir de la clínica y enfrentarse nuevamente a la realidad, después de haber estado en una especie de "bunker". Y más aún, después de haber tenido una experiencia tan buena como la tuve yo.
Soledad me explicó porque en la clínica me habían recomendado un psicoterapeuta, ella me decía que al menos en mi caso, durante mi vida en ciertas situaciones he anclado emociones, sentimientos de forma negativa, entonces la terapia busca configurar nuevamente la mente, tomarlo como aprendizaje, con el fin de no repetir emociones y no quedarse viviendo en el pasado. "Otorgarle otro significado que nos resulte menos angustiantes y agotador". 

Durante la sesión me dice que debo tener un cuaderno para ir anotando las tareas y llevar una "bitácora", ¿una bitácora pensé yo?... así tal cual. Me costó entender tres sesiones lo que quería que anotara en la bitácora. Pensaba que era un estilo diario de vida, pero no creo que tenga mayor incidencia si tomé o no tomé onces, con quién hablé, por ejemplo. Pero después entendí que era anotar las cosas importantes que me pasaban, las sensaciones, emociones, básicamente, lo que podía repercutir en mi terapia. Así que ese mismo día pasé a una librería a comprar un cuaderno, el más colorinche que había ajajajajaj, siempre elijo colores fuertes y llamativos para atraer la alegría creo yo. 



En mi segunda sesión ya comencé a soltarme y me agradaba Soledad, seguía con ese recelo, pero ya  sentía una confianza y cercanía que no es fácil lograr con un terapeuta. Trazamos las líneas de trabajo, ella tenía claro por donde comenzar, así que acordamos en que nos veríamos dos veces a la semana en una primera instancia

Para mi tercera sesión había detonado "heavy" el tema del Coronavirus, cuando llegué a la consulta la secretaria me dice que Soledad sólo atenderá vía internet para evitar contacto… me dio una raaaaabia 👿 que no me hubiese avisado... y yo urgida porque iba atrasada. Ahí reconozco que me comporté como niña chica, y me rehusé a seguir con mi terapia, pese a que la necesitaba con urgencia.


Hasta que al pasar las semanas sentí que era urgente continuar con el proceso, así que decidí probar la terapia vía whatsapp. Me contacté con Soledad y agendamos la primera hora disponible.
No recuerdo bien, pero estoy casi segura que mi primera sesión virtual fue un día martes (unas dos semanas después de que me plantara), me sentía un tanto ansiosa y nerviosa, creo que las nuevas experiencias generan esas emociones. A las 17:30 era mi hora. Llegué justito a la casa y comencé a armar el podio. Pusé una cajita de madera donde guardo los té, encima dos cajas de barras de cereal, y sobre las barras una lata grande de café, la que a su vez reforzaba con un tarro de atún (topísimo... súper elegante 🙈). 

A las 17:32 suena el celular alertando una videollamada 📱, contesto y ahí estaba Soledad... todo lo que es en primer plano (que raro se sentía). La vista se me fue directo a mi cara de poto y eso desvió al principio la terapia, ya que hacía semanas que no me miraba.


Le conté que no era de mi agrado esa forma de terapia pero que en verdad la necesitaba con urgencia. Ella de inmediato me hizo sentir tan a gusto, que no me sentí rara hablándole al teléfono sobre mis emociones y problemas. Es más, antes de cortar le comenté que fue bastante agradable la sesión y que seguiría mi terapia de forma remota.

Me dio 8 mil cuatrocientas tareas jajajajaaj, no sabía por cual comenzar. Practicar ejercicios de respiración, una lista de cualidades y defectos, darme baños de tina 🛀, hacer deporte 🚴, etc etc. Yo pensaba, "un baño de tina todos los días?.... demasiado derroche"... Y el tiempo que tampoco me sobraba. Pero igual me dí baños de tina por unas cuantas semanas.

Y así seguimos unas semanas, hasta que me comenta que le habilitaron el box para hacer terapias presenciales. Yo estaba feliz 😀... hasta que entré en la consulta. Nunca me imaginé que la mascarilla sería un impedimento para poder llevar al 100% la sesión. Creo que es porque Soledad es muy histriónica, gesticula mucho, y eso no se puede apreciar con una máscara. Inclusive el énfasis que le da a ciertos temas, no se percibían del todo.


Le comenté que no me había gustado la terapia de esa forma, así que en la siguiente sesión me llevó  un escudo facial (esos que se ponen en la cabeza y son transparentes, estilo cascos para soldar), para que pudiéramos seguir con las sesiones presenciales. No quedé muy satisfecha, la verdad es que no es lo mismo, se me empañaba el protector, me ahogaba, así que decidí que entre tener una terapia con tanta protección versus a la vía whatsapp, definitivamente no había donde perderse.

Y así continué con mis sesiones online. Además que tienen un montón de beneficios, de hecho es más económica, los horarios me acomodaban mucho más, y la duración era mayor a la sesión presencial (de hecho una vez estuvimos una hora y media).

Cada vez que estoy en terapia, es inevitable no pensar en el programa “historias de cuarentena”, donde Pancho Melo es el psicólogo online y que realiza sesiones en línea con distintos pacientes que tienen diferentes problemas. Creo que eso también ayudó a derribar las creencias que tenía respecto al uso de la tecnología en las terapias psicológicas. 


Ahora estoy feliz con mi terapia vía whatsapp todos los martes a las 20:30 hrs. La espero con ansias, es uno de los mejores días de la semanas. Es como estar en el living de mi casa, más bien estoy en el living de mi casa, con mi súper podio "cuma", en una especie de conversación con alguien como si fuese mi mejor amiga, mientras me fumo unos puchos y me tomo un cafecito. 

La verdad es que no podía haber encontrado una terapeuta mejor. Soledad es compasiva, pero también es exigente, me estruja a lo que más doy, me ayudó a dejar de sentirme como la "pobrecita", a sacar las garras que perdí pero que alguna vez tuve, y me ha estado acompañando ya hace casi cuatro intensos meses, donde ha habido mucho aprendizaje, y donde llegamos a la conclusión que en mi caso, las palabras claves son "Soltar", "Empoderamiento" y "Expectativas".


La consulta psicológica online tiene varios beneficios, como por ejemplo, te ahorras el tiempo que gastas en ir y volver a la consulta, no te expones a contagiarte, evitas el gasto en estacionamiento, la sesión online es más económica que la presencial y puedes estar donde quieras a la hora de realizar la terapia.
Después de que rehusé a las terapias por videollamada, estoy convencida que esta modalidad me ha ayudado mucho más en mi proceso. Eso de estar cómoda en el living de mi casa, incluso, da una mayor cercanía y confianza, a pesar de que estemos a kilómetros de distancia.  ¿Y los resultados?... Increíbles, Fabulosos (según Yo, bueno aunque al fin y al cabo, es la opinión que más importa)… 

Cada día me convenzo más del dicho "Querer es poder"....  


Y que "Soy un mismo árbol en diferentes estación... Recuerda que todo es temporal" 



6 comentarios:

  1. Me encantó !!!
    Lindo cierre...soy un árbol en distintas estaciones.
    Todo es temporal, vamos que se puede!.
    Me encantan tus historias Cami.

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    1. Muchas Gracias Lunita!! me alegro que te gusten, espero seguir deleitándote con más de mis historias. un abrazo grande

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    1. Hola Kore!! porsupuesto!! te lo mando por interno. un abrazo y gracias por seguirme :)

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  3. Muy entretenidos tus relatos! Seguire leyendolos!😘

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    1. Hola!! y yo seguiré entreteniéndote con mis relatos. si tienes sugerencias, criticas, también son bienvenidas.
      un abrazo
      Gobo

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